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Este año nos ha enseñado mucho. Hemos descubierto el valor de los abrazos, la importancia de los paseos al aire libre, la suerte de tener a los tuyos cerca… Pero, ¿te has puesto a pensar cuánto has cambiado? ¿Cómo esta situación te ha hecho más fuerte? ¿En quién te has convertido? Según la cultura centenaria japonesa, cuando un objeto ha sufrido algún daño o está roto, esto lo hace más bello y único, porque tiene una historia que contar. El arte del kintsugi es una técnica de Japón que consiste en reparar piezas de cerámica con oro, resaltando sus defectos e imperfecciones en lugar de ocultaros. Deja en evidencia que es posible crear una obra de arte de la adversidad. La clave está en enfatizar la belleza de lo que alguna vez nos hizo sufrir, llevar con orgullo las cicatrices que nos han permitido crecer y demostrar nuestra capacidad de resiliencia.
Más allá de una técnica de decoración sostenible
El kintsugi ha evolucionado de una destreza artística a una corriente filosófica que realza las heridas y las cicatrices para admirarlas como algo único y hermoso. Esos defectos que antes rechazabas, ahora te recuerdan lo resistente que eres. Inspirados en el kintsugi, Shiseido cree en una belleza diferente que celebra la autenticidad y singularidad de las grietas de la vida, porque en esas imperfecciones reside nuestra fuerza interior, nuestra esencia. A través de sus líneas Ultimune, Vital perfection, Benefiance, y Futrure Solution LX, Shiseido transmite el concepto de superación en cuatro tratamientos para recuperar la piel y revelar todo tu potencial.
Ahora, por la compra de productos de tratamiento de Shiseido, puedes llevarte de regalo tu propia pieza de arte kintsugi, un juego de cuencos de cerámica artesanal, fabricados con técnicas japonesas tradicionales (promoción válida del 6 al 19 de julio de 2020).
DESCUBRE TU TRATAMIENTO Y CONSIGUE TU PIEZA DE ARTE
¿Cómo puedes poner en práctica el arte del kintsugi como filosofía de vida?
Shiseido nos guía a través del proceso de kintsugi para contribuir a la reconstrucción de la sociedad desde el interior y hacer frente a la adversidad. Este arte funciona como metáfora para curarnos a nosotros mismos en cinco sencillos pasos:
1. Recoge las piezas rotas
- Acepta la situación a la que te enfrentas, recoge cada trozo.
- Confía en las segundas oportunidades. No todo está perdido.
- Elige cómo vas a reparar el problema, evalúa cuáles son tus opciones.
- Aunque sea difícil, visualiza el resultado final, cómo puede llegar a quedar después del proceso de transformación.
2. Ensambla
- Elabora un plan de acción antes de emprender el proceso de curación.
- Define con claridad las piezas del puzle, y piensa cómo vas a ensamblarlas.
3. Espera
- Sé paciente, la recomposición de nuestro proyecto necesita tiempo para sanar.
- Aléjate de la búsqueda de la perfección.
- Encuentra en cada tropiezo una oportunidad para crecer y aumentar tu valor.
4. Revela
En el arte del kintsugi, este paso corresponde a la aplicación del polvo de oro en las cicatrices del objeto.
- Vuelve a brillar. Protégete de todo aquello que pueda hundirte.
5. Sublima
Has terminado de sanar:
- Admírate, asume tus cicatrices y llévalas con orgullo. Hoy eres una persona más fuerte gracias a ellas.
- Recuerda que todo el mundo, en algún momento u otro, ha de enfrentar adversidades.
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