¡Adiós refrescos! Las bebidas 'healthy' que prefieren las dietistas

Tres expertas nos explican cómo sustituirlos por opciones más saludables y con efecto 'vientre plano'

Por Amaia León

Lo escuchamos semana sí y semana también, pero, ¿hasta qué punto somos conscientes del poder de la alimentación en nuestra salud? Hace unos días, el diario médico The Lancet publicaba un nuevo estudio sobre el negativo efecto que una dieta pobre podía tener en la longevidad y revelaba que comer mal causa más muertes a nivel global que el tabaco. Entre los factores analizados para llegar a esta conclusión está uno de los hábitos más aceptados en nuestra sociedad: el consumo de refrescos azucarados. Considerado uno de los cinco venenos blancos, el azúcar añadido todavía tiene demasiada presencia en nuestra dieta, a pesar de que los dietistas explican constantemente su nocivo efecto. A tres de ellas les planteamos un reto: ¿es posible evitar los refrescos sin cambiar nuestro estilo de vida?

Por qué NO deberías tomar refrescos (tampoco 0% azúcar)

"El azúcar genera caries, problemas metabólicos y te predispone a enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer", afirma Beatriz Larrea, experta en nutrición y belleza holística y autora del libro 'Detox para cambiar tu vida', sobre algunos de sus peligros. "Los refrescos son una bomba de azúcar: una lata de refresco tiene entre 9 y 10 terrones de azúcar, una cantidad preocupante", continúa. Tampoco las versiones light o sin azúcar son, según ella, una alternativa mejor, opinión que comparten las dietistas Victoria Lozada y Laura Parada. "Los refrescos sin azúcar contienen altas cantidades de edulcorantes químicos, que no tienen calorías pero pueden afectar también la salud al alterar la microbiota intestinal, generando desequilibrios como aumento de peso", afirma Parada, experta de Slow Life House. 

Tanto los lights y 0% azúcar como los refrescos clásicos tienen otro gran problema (comparable, de nuevo, al tabaco): generan adicción. "Nos acostumbran a los sabores altamente dulces, aumentado el umbral de intensidad del sabor, lo que acrecienta la necesidad de consumirlos habitualmente así como querer tomar otros alimentos cada vez más dulces", explica Parada. Además, son alimentos ultra-procecesados sin ningún interés nutricional. "Los dietistas no recomendamos el consumo de refrescos porque no aportan nada a nuestra alimentación y preferimos apostar por productos ricos en nutrientes", afirma Victoria Lozada, autora del libro 'La buena nutrición'. 

Si eres consumidora habitual de refrescos, las expertas aconsejan ir reduciendo su consumo poco a poco para ir perdiendo de forma progresiva este hábito. "Existe mucha presión social para beber refrescos (y también alcohol), pero no porque todo mundo lo haga significa que está bien. Tenemos que hacer con estas bebidas lo que hemos hecho con el cigarro: antes era muy normal pero hoy cada vez está peor visto", explica Beatriz Larrea, equiparando otra vez las bebidas azucaradas al tabaco. ¿Y qué piden ellas, por ejemplo, en un bar para no beber refrescos? ¿Qué podemos tomar cuando necesitamos la energía de la cafeína? Las tres expertas nos han dado sus alternativas preferidas para evitar todos los efectos antes descritos y añadir un beneficio más, el efecto 'vientre planoque consumir estas bebidas tiene frente a tomar refrescos azucarados con gas.

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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En casa o en el trabajo

En estos ámbitos puede ser más o menos sencillo huir de los refrescos... a menos que lo que necesites sea ese extra de energía instantánea que aporta la cafeína. Para reemplazarla, Laura Parada propone preparar un café con hielo y un poco de leche o leche vegetal, canela o una pizquita de cacao para dar dulzor. "También hay muchas variedades de té que no se conocen tanto y pueden gustar más de lo que uno piensa, como té earl grey, té verde con limón, té matcha, etc.", continúa.

Si lo que necesitas es solo una alternativa refrescante más allá del vaso de agua, las opciones se multiplican. Victoria Lozada, por ejemplo, recomienda preparar una bebida a partir de agua con gas o té frío y añadir frutas para infusionarla: fresa picada, limón, piña, kiwi, frutas del bosque congeladas... "Para darle un toque de sabor distinto podemos agregar romero, hierbabuena, albahaca, y en algunos hasta canela en rama o jengibre, dependiendo de qué combinación queramos obtener".

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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También los smoothies pueden ser una buena opción, especialmente si lo que más te atre de los refrescos es el sabor dulce. Beatriz Larrea nos cuenta cuáles son sus preferidos, preparados con ingredientes muy beneficiosos para la salud y la línea, como la bebida de almendras, el aguacate o el apio:
- Smoothie de chocolate con cacao puro, un dátil, aguacate, semillas de chia y bebida de avena
- Zumo verde con pepino, apio, espinaca, limón y otra fruta que te guste
- Smoothie de bebida de almendras con plátano, fresa y vainilla

En un bar

Lo más complicado llega cuando sales a comer, a cenar o, peor todavía, a tomar algo. Si no quieres tomar refrescos ni alcohol, pero tampoco es el momento de pedir un té y, tras 3 vasos de agua, quieres algo más divertido y sabroso, ¿sabrías qué pedir? El agua con gas (con o sin frutas como una rodaja de limón) y las infusiones son las dos alternativas en las que coinciden nuestras dietistas.