¿Es bueno entrenar con tu bebé? Los expertos responden

Famosas como Eva Longoria o Pilar Rubio aprovechan los momentos con sus hijos para ponerse en forma, ¿una decisión acertada?

Por hola.com

Cualquier momento es bueno para ponerse en forma. Y si no, que se lo digan a algunas mamás, como Pilar Rubio o más recientemente Eva Longoria, que no dudan en aprovechar los paseos al parque con los carritos de sus bebés para hacer ejercicio. Las mamas fit demuestran que la maternidad y el entrenamiento son compatibles y que lo importante es saber aprovechar el tiempo que nos deja el bebé para cuidar nuestro cuerpo. Pero, ¿es una buena opción? Hemos hablado con varios expertos para que nos den su punto de vista. Y el punto de partida es sobre cuándo comenzar a hacer deporte tras el parto. “Se puede comenzar a entrenar justo pasada la cuarentena y con consentimiento médico. Tienes que seguir unas pautas para empezar y hacerlo de forma progresiva, pues tu cuerpo no está igual que antes del embarazo”, nos cuenta Noe Todea, la entrenadora personal de confianza de Pilar Rubio.

Coincide el doctor Manuel Rozalén, director de Fisioserv y de la Unidad de Suelo Pélvico de la Clínica Rozalén. “Antes de ponernos a hacer deporte, hay que esperar por lo menos 40 días hasta que no haya molestias; y la incorporación de los ejercicios ha de ser progresiva y hacerse con sentido común. La experiencia nos ha demostrado que no hay tiempos sino pacientes, hay gente que tiene una recuperación fantástica y gente que muy mala. Incluso si eres un deportista de elite no te merece la pena correr riesgos para empezar 10 días antes. Yo sugiero esperar al menos la cuarentena, pero depende muchísimo del parto y de la "genética" de la paciente, así como el hábito deportivo que haya tenido. Si quiere empezar antes porque se encuentra bien, hay que hacer una revisión previa de fuerza y valorar siempre si se va encontrando mejor. En caso de empeoramiento, parar y no forzar”, nos explica el especialista en suelo pélvico

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Optar por ejercicios que ya conoces

“Por supuesto que hay ejercicios que se pueden hacer llevando el carrito, así aprovechas el tiempo que tienes, que puede ser media hora o una hora y da tiempo de sobra para hacer una rutina de entrenamiento. Eso sí, hay que optar por ejercicios que ya conocemos para integrarlos bien mientras vamos de paseo con el carrito o estamos con el niño en un parque”, explica Todea. "Aprovechar el tiempo que dedicas a tu bebé para hacer deporte con él y sacar tiempo para una misma a la vez, cuidar tu cuerpo y recuperar tu forma habitual de nuevo cada vez es más normal”, nos cuenta también la entrenadora personal Marta Rosado, quien explica que “antes no era habitual salir a correr con el carrito y ahora es algo frecuente. Además, el niño disfruta con las vistas, el viaje es ameno, el bebé se acostumbra a ser más activo, ya que el movimiento es más rápido y agradable”. A la vez que te pones en forma para recuperar la figura tras el embarazo, “el niño estará encantado, le transmitirás una energía estupenda, os reiréis y desde el primer momento compartiréis salud y ejercicio. Una bonita manera de uniros más”, cuenta Rosado.

Pros y contras que hay que tener en cuenta

Noe Todea nos explica que “como suele pasar con todo, hay pros y contras de hacer deporte con el bebé. Uno de los beneficios, obviamente, es que cuando la madre tiene poco tiempo, cualquier momento es bueno para intentar mover el cuerpo. Además no hay cosa mejor para el propio niño que aprender por imitación. "Aunque sea pequeño, el niño va captando información y ve que te mueves, le transmites que  es un ambiente saludable para ambos. El vínculo madre –hijo aumenta, lo cual es muy positivo”. Pero también hay contras, y el primero de ellos en opinión de la entrenadora de Pilar Rubio es que no te puedes concentrar solo en ti, al tener al bebé a tu cuidado. Hay entrenamientos en los que necesitamos tiempo para nosotros, sin distracciones para ir avanzando. Además, hay que tener muy presente el lugar que eliges para entrenar, pues ahí prima la seguridad del bebé. “Es importante que no tenga ningún peligro, apoyarle en una esterilla, por ejemplo, que permita hacer cosas sencillas, pero con el pequeño cerca. El niño tiene que estar en un entorno de seguridad, eso es lo principal”, añade. Y un tercer inconveniente es que muchas veces el hecho de tener al niño cerca hace que el ejercicio tenga cierta intermitencia. El niño requiere tu atención y tienes que parar. El entrenamiento debería tener continuidad, y a veces no es factible, y paras más veces de las debidas.

La importancia de la postura

El doctor Rozalén, por su parte, argumenta por qué no es tan partidario de hacer esos ejercicios con el bebé. "No te concentras: es verdad que une mucho y que el apego es maravilloso pero deportivamente no estás a lo que estás, estás más pendiente del niño que de las posturas adecuadas que adoptar. Hay que tomar conciencia de la importancia de la postura y la concentración para que los ejercicios sean efectivos, eficaces y para no lesionarse”, nos explica el doctor, que insiste en la importancia de  hacer ejercicios con supervisión porque cada paciente, y cada suelo pélvico es un mundo. “A veces encontramos tutoriales en los que ves a las mamás haciendo ejercicios abdominales que son Hiper presivos y van a favorecer el descenso de los órganos (que se caiga la vejiga, el útero o el recto), o mamás corriendo con el carro en posturas de flexión de tronco que lo único que van a hacer es perjudicarnos. Además la experiencia nos hace ver que la mamá suele estar más pendiente del bebé que de ella misma y de la correcta ejecución de la técnica”, nos cuenta.

Pero en cualquier caso, si ponen en una balanza el hecho de aprovechar esos momentos con el bebé para moverte o quedarte sin hacerlo, para Noe Todea, sin duda, es mejor la primera opción. “Hay que adaptar los entrenamientos a tu vida, y no tu vida a los entrenamientos”, nos cuenta la entrenadora.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Sentadillas, zancadas... Apunta estos ejercicios

Pero ¿qué podemos hacer mientras vamos de paseo con nuestro bebé? “Con el bebé en el carrito, podemos hacer zancadas a la vez que lo mecemos para dormir. También se pueden hacer sentadillas frontales o laterales, trabajar una patada de glúteos, tanto lanzándola, como haciendo una isometría y aguantando en ella de 30 segundos a 1 minuto”, nos cuenta Marta Rosado. Otra opción que también nos propone la entrenadora es sentarse en el suelo, coger al bebé en brazos y trabajar el abdomen que es una de las zonas que más lo necesita después de dar a luz. “Además de coger el peso del pequeñito, que nos viene genial para hacer un entrenamiento de fuerza, podemos sujetar al bebé por encima de nuestra cabeza, elevar rodillas y alternarlas flexionando y estirando primero una y luego la otra, sumando 15 repeticiones”, nos recomienda. “Para trabajar oblicuos nos sentamos apoyando la planta de los pies en el suelo, sujetamos al bebé al frente y lo llevamos a la derecha y luego a la izquierda y repetimos esto 20 veces”, propone. Eso sí, el doctor Rozalén precisa que "hay que vigilar muchísimo el abdomen, trabajando siempre en una postura de autoelongación y con 'tripa metida' y a la vez que hacemos el esfuerzo espirar el aire con los labios fruncidos. A la hora de trotar con el carro, lo más importante es la progresión y adecuar la altura del manillar del carro a una postura que nos permita ir estirados y sin forzar demasiado la cintura escapular o acabaremos lesionados arriba y abajo”, nos cuenta.

Noe Todea, por su parte, nos cuenta que “los ejercicios que más se recomiendan son los de movilidad articular, que te ayuden a despertar las articulaciones y los músculos, como rotaciones de hombros, de cuello, trabajo de caderas… También puedes optar por ejercicios de una carga con tu propio peso, con sentadillas, zancadas… incluso aprovechar el peso del carro y arrastrarlo para así trabajar la musculatura superior. Son ejercicios muy básicos que por su sencillez es muy fácil adaptarlos al momento con el bebé y, de paso, ir recuperando y fortaleciendo nuestro cuerpo tras el parto”.