9 consejos muy útiles si te quemas tomando el sol

¿Sabes realmente cómo tratar una quemadura? Sigue los consejos de nuestra experta y las fórmulas que te ayudarán a minimizar los daños en tu piel

Por hola.com

Comienza la temporada de vacaciones y los días al sol y en la playa en los que te has marcado el objetivo de conseguir un bonito bronceado. Pero, en ocasiones, ese tono dorado no se consigue con facilidad y, en su lugar, tras un despiste o por el mal uso de las cremas solares, aparecen las indeseadas quemaduras. ¿Qué puedes hacer? ¿Cómo tratarlas? Nos da todas las claves nuestra colaboradora y farmacéutica Meritxell Martí.

Todos sabemos que abusar del sol es perjudicial para la salud de la piel y que es uno los factores mas importantes en su envejecimiento y está muy ligado a los posibles procesos cancerígenos. Pero aunque se hacen muchas advertencias en todos los medios, las quemaduras solares continúan ocurriendo. Y una quemadura solar, dependiendo del grado o intensidad de la misma puede ser tanto o más peligrosa que una quemadura por otra posible causa.  El primer signo es el enrojecimiento de la piel, la dilatación de los vasos sanguíneos. Y como segunda respuesta es la inflamación del organismo para reparar la lesión. Posteriormente la piel empieza a perder su hidratación y se nota la sensación de tirantez. Las células de la piel empiezan a engrosar y a producir melanina como respuesta protectora a la exposición solar y como respuesta a proteger el ADN celular.

El principal problema de las quemaduras es que muchas veces no advertimos hasta que ya es demasiado tarde que nos hemos quemado. Si bien es cierto que es muy agradable estar al sol, sobre todo cuando la temperatura no es muy elevada. También puede pasar cuando por descuido nos quedamos dormidos al sol, o cuando olvidamos aplicar el protector solar o renovar la aplicación después del baño, o bien no nos percatamos de la intensidad del sol. Cuando se va el sol o llegamos a casa, nos damos cuenta del desastre.

¿Qué deberíamos hacer cuando nos hemos quemado por el sol?
Las quemaduras por el sol cursan con enrojecimiento de la piel, inflamación y dolor. Si la quemadura es más importante, debido a que la piel es más sensible, o la exposición ha sido mucho más intensa, se pueden formar ampollas, y éstas podrían infectarse si no se curan bien y provocar lesiones y marcas en la piel irreversibles.

Sobre todo en la piel de los niños, al más mínimo aspecto o señal de enrojecimiento se debe empezar el tratamiento como si de una quemadura se tratase, ya que en una piel infantil puede aparecer la quemadura hasta 6 horas después de la exposición solar. Y puede tener su máxima lesión hasta las 24 horas.


- Cuando vemos que nos hemos quemado, la piel está enrojecida e inflamada, y además estará caliente. Es por ello que la primera acción es bajar la temperatura de la piel.
- Aplicar frío, aunque es algo desagradable es la mejor manera de detener esa quemadura y la primera acción-
- Se puede hacer duchas o baños con agua fría (en la medida que se soporte)
- Se deberían evitar baños de agua salada o con jabones o geles que pueden irritar más la piel.
- También deberíamos evitar las cremas muy grasas u oclusivas. ya que no permitirán que la piel se enfríe, mantendrán el calor produciendo más daño en la piel.
- Si se han hecho ampollas, es preferible dejarlas intactas o protegerlas con una gasa si se han abierto o se pueden romper.
- No es aconsejable ni rascar ni pelar la piel manualmente.
- Algunas veces, si se sufre una quemadura muy importante con mucha inflamación es necesaria la medicación oral con antiinflamatorios, como puede ser el ibuprofeno, que a la vez ayudara a reducir el dolor de la quemadura.
- Una vez se ha bajado la temperatura de la piel, el segundo paso es hidratarla con productos nutritivos y regeneradores. Los componentes que podemos encontrar como efectivos son la centella asiática, la vitamina E, la lavanda, el ácido hialurónico o gel de aloe vera. En casos más graves se puede aplicar una pomada con algo de corticoides como la hidrocortisona.

Después de una quemadura solar, la piel se vuelve seca y tirante y suele picar. Por lo que es importante nutrirla bien a ser posible con productos que a la vez ayuden a su cicatrización. Posteriormente, la piel se va a pelar y a su vez se vuelve mas sensible a una nueva exposición solar. Hay que hidratar continuamente hasta que esté totalmente cicatrizada.

Una quemadura en la piel produce una importante pérdida de líquidos en el organismo, por lo que es aconsejable beber agua o zumos para compensar esta deshidratación sufrida por la quemadura. Es posible que se noten efectos como dolor de cabeza, mareos, sequedad bucal, sed y hasta falta de sueño. Se debería estar alejado del sol durante, al menos, dos días. Cuando la quemadura es grave, cuando hay más del 20% del cuerpo con ampollas, es preciso el tratamiento médico.

¿Qué consecuencias puede tener a corto plazo?
Cuando nos hemos expuesto al sol durante periodos muy largos y la piel ha llegado a quemarse, la capa más superficial de la piel ha sufrido un daño irreversible en las células de esta capa de piel; estas mueren produciendo sequedad en la piel.

Es una reacción natural de la piel, de reparación de esa parte dañada, reemplazando las células muertas.
Durante este proceso, las células muertas en la capa superior de la piel actúan como de escudo protector mientras se están reconstruyendo interiormente capas nuevas.

Una vez se ha reparado estas células, las que han estado expuestas y que realmente son células muertas se sueltan, y es cuando que notamos como que nos pelamos. Por lo que es un proceso natural de restauración de la piel.

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¿Qué consecuencias puede tener a largo plazo?
Las quemaduras solares siempre tienen sus consecuencias. La piel tiene memoria y todo daño ocasionado durante la vida se va a acumulando. Lo más inmediato es el dolor, la inflamación y el posterior el pelado de la piel. Y desde el interior de la piel, la inducción a las arrugas y el envejecimiento cutáneo.

Con el tiempo, las quemaduras solares si son frecuentes pueden tornarse cancerígenas, y aparecer en forma de melanoma. Con el daño de los rayos UV en la piel, las células más interiores de la piel pueden perder su capacidad de reparación.

La piel de los niños es la más vulnerable. Es por ello que no podemos olvidar que a lo largo de su vida pueden tener importantes consecuencias que quizás no las apreciemos en el momento.

Cómo las podemos prevenir
-Podemos prevenir los daños ocasionados por el sol simplemente evitando las horas de más riesgo de exposición solar, desde las 11h a las 16h.

-Aplicar filtro solar antes de la exposición solar y repetir su aplicación cada dos horas o después del baño.

-Saber qué medicamentos pueden provocar más sensibilidad solar, hay que extremar las precauciones no exponiéndose al sol o aplicar el filtro solar con más precaución. Algunos de los que pueden provocar sensibilidad solar (aunque es preferible consultarlo con su farmacéutico si tiene alguna duda): Ibuprofeno, Digitoxina, Doxepina, Trimetropim, Clorpropamida, Piroxicam, Doxicilina, Prometazina o Amiodarona

-Extremar los cuidados con los niños.