Piel sensible: cuidados extra en los días más fríos

Los cambios constantes de temperatura no benefician a los cutis delicados

Por hola.com

En estos días de amaneceres gélidos, las pieles sensibles sufren especialmente los efectos del frío, en forma de irritaciones y volviéndose aún más susceptibles. Incluso los cutis que generalmente se comportan bien, comienzan a mostrar señales de ‘mal carácter’, que se manifiestan en forma de piel enrojecida, descamada, áspera, con escozor o picor. Como explican en la Clínica Ordás, con la bajada de temperaturas nuestra piel se resiente y se ve obligada a defenderse, el frío puede originar o acentuar problemas cutáneos como la sequedad, las rojeces o la cuperosis. Los cambios constantes de temperatura, del frío a la calefacción, no benefician a la piel ya que se produce una vasodilatación por acción del calor y esto puede originar rojeces y capilares dilatados.
La zona más sensible es, por razones obvias, la que corresponde al rostro, pero también se puede dar en zonas como las manos, el cuero cabelludo, los pies, el cuello, el torso, la espalda, las ingles...

Calmar, proteger y salvaguardar, son los pilares básicos para el cuidado diario de las pieles sensibles. Por eso, hay que tener en cuenta una serie de cuidados especialmente en esta época.

-Evitar las limpiadoras muy agresivas y pasarse a las leches desmaquilladoras. Mantener limpia la piel con productos que respeten el equilibrio natural de la misma, y eliminar así todo rastro de suciedad.

-Abandonar los tónicos exfoliantes o con alcohol.

-Espaciar el uso de cremas con retinol o con ácidos.

-Recurrir a productos hipoalergénicos, que ayudan a la reconstrucción del manto lipídico y a calmar las rojeces.

-No abusar de limpiezas, exfoliaciones o demás procedimientos agresivos. Las pieles sensibles no toleran bien los peeling por ser más finas de lo normal, así que es muy importante poder utilizar exfoliantes suaves, con poca frecuencia.

-Es importante evitar el agua muy fría o muy caliente, siempre debemos tratar una piel sensible con una temperatura media.

-Usar a diario una crema hidratante para proteger a la piel del viento, del frío, la contaminación y cualquier agresión externa. Se debe repetir la aplicación de la crema hidratante varias veces al día si notamos sequedad o tirantez.