El ABC de la piel atópica

Los expertos de La Roche-Posay hacen un repaso por las características de este tipo de cutis

Por hola.com

Muchas personas conviven con la dermatitis atópica. Un problema que genera un buen número de inconvenientes para quienes la padecen. El primer paso es saber cuál es la causa: la piel seca o con tendencia atópica es una piel pobre en lípidos, que garantizan la función barrera de la piel. La alteración de esta barrera hace que la piel sea más vulnerable a los agentes externos y los alergenos, según explican los expertos de La Roche-Posay.

¿Sus síntomas? Quienes la padecen saben que el picor intermitente puede ser síntoma de la dermatitis atópica. ¿La solución? Rascarse es tan sólo un alivio temporal, pero a su vez altera la barrera cutánea, facilitando la penetración de agentes irritantes, haciendo que vuelva el picor… y se convierte en un círculo vicioso y vuelve a empezar el problema. 

El problema, en datos
-La dermatitis atópica es una enfermedad crónica y alérgica que aparece en personas genéticamente predispuestas.
-Afecta a 50 millones de personas en Europa y es una enfermedad propia de países industrializados.
-En más de la mitad de los casos comienza a manifestarse en los niños, antes del sexto mes, y en la mayoría de los casos antes de los cinco años.
-Es un problema bastante común en la infancia, pues hasta un 20% de los niños la sufren.
-La atopía es el segundo motivo de consulta a los dermatólogos.
-El entorno (los ácaros, polen, animales) y la polución son también elementos susceptibles de desencadenar las manifestaciones de esta patología.
-La dermatitis atópica perturba a los niños (el 58% tiene trastornos del sueño) y también a sus padres y el entorno.
-Una mala calidad de vida en la familia genera alteraciones negativas que acentúan el malestar y la enfermedad del niño.

Tres consejos de experto para 'convivir' con la piel atópica
Leonor Prieto, directora científica de La Roche-Posay, da tres sencillas claves que te ayudarán a sobrellevar mejor el problema.
-Mejor ducha que baño. Cuando la barrera cutánea se altera, el agua es perjudicial y puede aumentar la inflamación y el picor. Por eso, conviene recurrir a duchas o baños cortos, evitando el agua muy caliente.
-Ojo con los productos de higiene. Es fundamental elegir productos específicos para pieles sensibles, testados en pieles atópicas, con limpiadores suaves y activos calmantes. Además, aplica poca cantidad, no frotes y no uses esponjas. Y después, seca la piel suavemente, mediante ligeras presiones.
-La hidratación, fundamental. La piel atópica no es capaz de transformar los ácidos grasos que ingerimos con la dieta, por lo que es fundamental aplicar una crema que contenga estos elementos. Una buena crema reduce los síntomas, espacia los brotes e incluso permite disminuir la cantidad y la frecuencia de uso de medicamentos (corticoides).