El frío ¿le sienta mal a tu piel?

En estos días gélidos, tu piel puede resentirse. ¿Sabes cómo le afectan las bajas temperaturas?

Por hola.com

Termómetros bajo cero y un único comentario en la mayor parte de España: '¡Qué frío!'. Tu piel también sufre los efectos de estos rigores invernales, y sabes que las bajas temperaturas no son las mejores amigas de tu cutis. Pero, ¿sabes por qué? Una de las principales razones es que una de las características comunes a todos los climas invernales es la falta de humedad, agravada por el uso de la calefacción. El aire seco no duda un instante en tomar agua de donde puede, incluida tu piel. Por eso, la consecuencia estética más directa del ambiente seco es la deshidratación de la piel, que queda áspera y rugosa.

Este fenómeno se agrava a causa del efecto vasoconstrictor del frío. Las bajas temperaturas provocan una circulación cutánea más lenta, que impide una buena oxigenación y nutrición de los tejidos. Al tener más dificultades para producir sebo y sudor con normalidad, la piel queda aún más desprotegida. Y es que la capa más externa de nuestra epidermis se hace más rígida, e incluso puede llegar a quebrarse (como sucede con los labios), causando fisuras que aumentan su fragilidad.