Sabemos que es un consejo tan antiguo como repetido, pero es que la exfoliación sigue siendo el paso ¡imprescindible! - además de más sencillo - para conseguir una piel tan suave como bonita. El secreto es usar el producto exfoliante sobre la piel húmeda y dedicarle tiempo, masajeando todo el cuerpo en movimientos circulares. Suave, pero insistente: esa es la clave. Con más delicadeza en las zonas donde la piel es más fina (cuello, escote) y siendo más reiterativa en las más rugosas, como rodillas o codos. Lo más conveniente es hacerlo de forma regular (unas dos veces por semana) para asegurarse los mejores resultados.
Para una piel del cuerpo extraordinariamente hidratada y nutrida, se puede hacer un extra aplicando primero un aceite de cuerpo tras el baño o la ducha, con la piel aún mojada, para sellar el agua. Una vez seca (han de pasar diez minutos como mínimo) se extiende una buena hidratante. Lleva su tiempo, ¡pero vale la pena!
En verano se multiplican los productos de "efecto maquillaje" para las piernas, geles ligeros que les dan un toque de color y cobertura. Pero, ¿quién dijo que son exclusivos del verano - o de las piernas? En las fiestas son perfectos no sólo para quienes lleven vestidos sin medias, sino también para vestir brazos y escote, dándole un toque de luminosidad y buen color.
Los iluminadores para el rostro pueden utilizarse perfectamente en el resto del cuerpo con excelentes resultados. Para ello, es importante que la piel esté seca (si tiene restos de crema, puede quedar a manchas) y usar una brocha grande, que permita extender el polvo.
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