Frente al minimalismo de épocas pasadas, se vuelve a llevar el glamour. Dentro de esta tendencia se encuentra el pelo a lo grande, melenas sin excusas, atrevidas, leoninas, de mujeres de rompe y rasga.
¿Quieres conseguir un cabello rizado? Un estilo alborotado, que destaca, se impone para realzar la personalidad de las más atrevidas. Partiendo de un cabello largo y liso, es posible dar vida y variedad al color mediante mechas en dos tonos, que aportan movimiento al conjunto de la melena. Tras el lavado, se extiende una espuma volumizadora por todo el pelo, incluída la raiz, y se pasa a secarlo con la ayuda de un difusor, sin dejar de amasarlo con los dedos suavemente para potenciar y sacar el rizo. Es importante no descuidar ni la raíz ni la nuca, pues si sólo se trabajan medios y puntas no se consigue volumen en toda la cabellera. En los looks que rememoran los años 80 es importante destacar también frente y laterales, para así enmarcar la cara y dar vigor a todo el pelo. Adiós al brushing y a los cepillos: este estilo se consigue peinando sólo con los dedos, que amasan, enroscan y rizan para un efecto (aparentemente) desordenado. Si quiere un extra de volumen, puede echar la cabeza boca abajo, pulverizar un toque de laca en la raíz y darle un golpe de secador para fijarla, un truco que sirve también para refrescar el peinado posteriormente. Este estilo se adapta sólo a cabellos muy largos, puesto que, aún rizado, el pelo debe caer por debajo de los hombros.
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