La vitamina E es un poderoso antioxidante, encargado de luchar contra el envejecimiento provocado por los radicales libres. "Protege las membranas celulares y previene el daño de las enzimas asociadas a ellas", señala Cornejo. "Se ha demostrado que esta vitamina puede inactivar los radicales libres y que, aplicada sobre la piel, reduce el daño solar". "400 miligramos de vitamina E, al día, disminuye el fotoenvejecimiento y las arrugas y mejora la textura de la piel", concluye la doctora. Se encuentra en alimentos como frutos secos, aceite vegetal y de girasol y algunos productos lácteos.