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Rihanna es de esas mujeres para las que unos quilos de más o de menos no varían su estado de ánimo, de hecho, no solo acepta su metabolismo sino que no le incomoda hablar sobre el tema como hizo recientemente en una entrevista para The Cut: “He tenido el placer de nacer con un tipo de cuerpo de peso fluctuante. Literalmente, un día puedo caber en una prenda apretada y al día siguiente – o la semana siguiente – necesito llevar algo oversized y algo de cintura alta para tapar esa parte, ¿sabes?”. Con estas declaraciones la cantante demuestra que es como el resto de la humanidad y que a veces se salta la dieta o está más hinchada de lo normal. Para combatirlo, la estrella comienza el día con un desayuno que contiene dos frutas conocidas por sus propiedades diuréticas, la piña y la papaya, además de con una buena ración de proteínas en forma de huevos cocidos.
Debbie Solomon, la chef personal de Rihanna, ha revelado a Bon Appetit que la cantante es una firme defensora de la variedad y que no le gusta ceñirse a una dieta en la que tenga que comer todos los días lo mismo. Eso sí, las dos versiones de su desayuno – una más consistente y otra más ligera – comparten dos ingredientes que nunca faltan: piña y huevos. La primera la suele combinar con papaya ya que ambas frutas comparten beneficios muy similares que combaten la hinchazón: mejoran los procesos digestivos gracias a sus niveles de enzimas y ayudan a eliminar líquidos por su efecto diurético, uno de los principales motivos por los que el peso fluctúa drásticamente de un día para otro.
El segundo protagonista del desayuno es el huevo cocido, en concreto cuatro – cantidad que siempre debería ser fijada por un especialista en función de la analítica particular de cada persona – del que toma solo las claras cuando se decanta por la variante ligera de esta comida. Este alimento es perfecto para deportistas o personas con un nivel de actividad diario elevado ya que favorece la recuperación de las fibras musculares tras el ejercicio gracias a un alto contenido en proteínas y la opción de prescindir de las yemas se debe a que todo el aporte de grasas se encuentran concentradas en esa parte.
Para completar este primer plato del día, Debbie le añade a la piña, la papaya y a los huevos, una rebanada de pan tostado sin cortezas mezclado con frutos del bosque y mango a la versión más potente, y agua caliente con limón a las claras y la piña esos días en los que prefiere comenzar la mañana más ligera. Ambas opciones cargadas de nutrientes los cuales, además de sus propiedades para combatir las fluctuaciones de peso, aportan la energía necesaria para superar con éxito las agendas más apretadas.
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