Concentración, la clave de una vida ordenada

Póngase las cosas más fáciles añadiendo unas notas de concentración y organización a su vida.¿Sin fuerza por la mañana? Puede probar a hacer un sencillísimo ejercicio de meditación y concentración que lleva aproximadamente diez minutos.

Por hola.com

En un ambiente tranquilo, sentada cómodamente, cierre los ojos y relájese concentrándose en la respiración, que ha de ser lenta, pausada y profunda. Una vez haya establecido un ritmo confortable, imagine que con cada inspiración entra en su cuerpo un chorro de luz blanca y brillante. Al espirar, piense que de su cuerpo sale un humo gris. Visualice esa luz creciendo en su interior a la vez que expulsa toda la energía negativa en forma de ese aire oscuro, sintiendo esa especie de "limpieza" interior durante unos cinco minutos. Al principio resulta complicado mantener la concentración, pero a medida que se practica, resulta mucho más sencillo.
Otro ejercicio aún más fácil es, por la noche, antes de acostarse, encender una vela y concentrarse en su llama, lo que ayuda a descansar la mente.

Un momento de silencio
No somos conscientes de hasta qué punto el ruido se ha abierto hueco en nuestras vidas. No sólo las interrupciones, como el sempiterno teléfono, sino también el bullicio constante de fondo que ya ni percibimos. El tráfico, la radio, conversaciones alrededor…
Intente crear espacios libres de ruido en su entorno. Al despertar, renuncie a la radio, o téngala apagada en el coche. Desconecte los teléfonos. No encienda la televisión. Se sentirá menos estresada y más tranquila: el efecto del silencio puede ser tremendamente reconfortante.

Diez minutos para organizarnos
Por mucho que las mujeres seamos expertas en "multitasking", es decir, en hacer mil cosas a la vez, a veces el cerebro se satura, con las ideas y las tareas balancéandose de neurona en neurona cual equilibrista en el alambre.
La clave para evitarlo es priorizar y organizar. ¿Cómo? Por la noche, o al finalizar la jornada laboral, nada como dedicarse diez minutos a hacer una lista con las tareas del día siguiente, ordenándolas en el espacio y en el tiempo.
Este es un ejercicio que permite optimizar el tiempo por la mañana y, sobre todo, sentirse con más control sobre la propia agenda.