Emily Ratajkowski descubre de dónde proviene su belleza

La actriz y modelo ha compartido una foto antigua de su madre en la que se aprecia un gran parecido entre ambas

Por Gtresonline

Emily Ratajkowski es una de las mujeres más bellas y atractivas del panorama internacional. Con unas espectaculares medidas, posee uno de los cuerpos más envidiados y sus dulces rasgos han conseguido enamorar a sus millones de fans en todo el mundo. Pero ahora el secreto de su belleza ha quedado al descubierto, y no tiene nada que ver con la alimentación ni el maquillaje.

Al parecer, todo es obra de la genética. La actriz y modelo británica ha compartido con sus millones de seguidores, a través de sus Stories de Instagram, una fotografía de su madre durante sus años de juventud. Una bonita imagen en blanco y negro que evidencia un cierto parecido entre ambas.

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Aunque presenta una marcada estética propia de los años 80, Kathleen Balgley comparte ciertos rasgos con su hija, sobre todo, la mirada y la nariz. Los ojos rasgados son uno de los elementos más característicos del rostro de Emily y que también posee su progenitora. Asimismo, se puede determinar de dónde provienen sus pobladas cejas.

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La joven de 26 está muy unida a su madre y no es la primera vez que comparte imágenes suyas en las redes sociales. El pasado verano ya publicó una instantánea en la que posan juntas en bikini. Lo cierto es que madre e hija rivalizan en belleza, poniendo de relieve de dónde provienen las explosivas curvas de Emily.

 

Mama 💙

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Pero más allá del aspecto físico, la maniquí se siente muy orgullosa de su madre y hace algún tiempo ya manifestó una sincera admiración por ella, definiéndola como “feminista e intelectual”. En una entrevista concedida en mayo de 2016 a la publicación británica Evening Standart, reveló que fue Kathleen quien le inculcó la importancia de ser reconocida por algo más que su cuerpo.

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Según la propia Emily, cuando se planteó la posibilidad de iniciar una carrera como modelo, a su madre no le gustó demasiado “porque no le gustaba la idea de que yo  pensara que la apariencia era lo único que iban a valorar”. Al mismo tiempo, la animó a quererse a ella misma. “Siempre me decía que nunca debía sentir lástima, pedir disculpas o avergonzarme por mi cuerpo, que nunca me justificara por mi sexualidad”, un valioso consejo que parece seguir a rajatabla.