¿Quieres borrar tu tatuaje de cejas? ¡Puedes!

Si decidiste tatuarte las cejas y ahora estás arrepentida o, simplemente, no te gusta el diseño y deseas realizarte uno nuevo descubre el procedimiento más indicado para eliminarlo

Por Rocío Jiménez

Cuando te decides a lanzarte al mundo del tatuaje debes estar muy seguro ya que se trata de algo permanente, de ahí la importancia de pensarlo y valorar los pros y los contras antes de someterte a ello y no solo hablamos de aquellos que llevas en el cuerpo a modo de decoración (no te dejes llevar por impulsos o modas) o símbolo que guardan gran significado para ti, sino también y, mucho más importantes, de aquellos que se hacen en el rostro, sí estamos hablando del tatuaje de cejas.

Dar este paso cambiará por completo tu rostro y expresión por eso debes ponerte en manos de expertos que te asesoren. En el mercado existen diferentes opciones que pueden ayudarte a lucir un diseño de cejas poblado y perfecto sin necesidad de que sea para toda la vida. Pero ¿qué pasa si te lo hiciste hace tiempo y solo quieres eliminarlo para poder hacer las cosas mejor esta vez? En ese caso tranquila, sí existen opciones para eliminarlos pero los resultados no son quizás todo lo bueno que desearías.

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El láser es tu principal opción a la hora de eliminar todo resto de tinta de tu piel, además también es apto para acabar con la micropigmentación, en cuyo caso es una tarea mucho más sencilla ya que se encuentra en una capa mucho más superficial de la piel. En primer lugar debes acudir a un cita con el profesional para que te realicen un estudio especializado y un control dermatológico y una vez hayan estudiado tu caso en particular podrás pasar a la acción.

El láser Q-Switched es el más indicado para este tipo de procedimientos ya que es selectivo y solo se centra en los pigmentos que dan color al tatuaje respetando al resto de la piel. Durante el tratamiento se fragmentarán los pigmentos acumulados facilitando así la posterior reabsorción por células del organismo con un mínimo efecto lesivo. Si te estás preguntando si es un tratamiento doloroso, sí, lo es, por ello el especialista puede recurrir a anestesia tópica. Tendrás que acudir para eliminarlas al menos a unas 5 o 6 sesiones (de unos 25-30 minutos) tiempo que variará en función de los colores que se hayan utilizado (el color negro es el más sencillo de eliminar) y de la antigüedad. Deberás esperar entre 4 y 8 semanas entre cada sesión, aunque los resultados serán visibles desde la primera.

Después de someterte a este procedimiento deberás evitar la exposición al sol y al tratarse de una cicatriz tendrás que evitar que se infecte manteniendo una correcta limpieza curándola a diario, aplicar una crema que favorezca la regeneración dermoepidérmica será también esencial.

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