Y tú, ¿cómo vives la Navidad?

Hay personas para quienes esta época del año es sinónimo de tristeza y melancolía, mientras que otras viven las navidades con alegría y como una maravillosa oportunidad de reencontrarse con sus seres queridos. ¿En qué grupo te encuentras tú?

Por hola.com

¿Formas parte de ese porcentaje de personas que con solo escuchar la palabra Navidad entra en un estado de melancolía y tristeza? O, por el contrario, ¿vives estas fechas con alegría, como una maravillosa oportunidad de volver a reunirte con tus familiares y amigos y estás deseando participar en todas y cada una de las celebraciones que se producen durante estos días? Y es que parece ser, según los expertos, que estos dos sentimientos encontrados conviven por igual entre la población en general. ¿En qué grupo te encuentras tú?

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Si bien es verdad que los problemas personales (por ejemplo, dificultades económicas, paro laboral, una separación amorosa o la ausencia de un ser querido) están presentes a lo largo de todo el año, también es cierto que durante las navidades estas preocupaciones se intensifican de una manera un tanto especial y nos pueden conducir a situaciones emocionales difíciles de sobrellevar. Pero, ¿te has parado a pensar por qué? Porque la Navidad en sí misma no tiene por qué despertar sentimientos negativos, lo que verdaderamente nos puede colocar en una situación de desequilibrio emocional son las falsas expectativas que muchas veces nos creamos (y también nos crean, todo hay que decirlo) con respecto a la manera en que hay que vivir estas fechas, de forma que llega a convertirse en una obligación para muchas personas.

CONSEJOS PARA SER FELICES TAMBIÉN EN NAVIDAD

-Disfruta de los pequeños momentos que te brinda la vida. ¿De verdad crees que en tu vida no existe ni un solo motivo para ser feliz? Es cierto que muchas veces la dura realidad nos invita a pensar así. Pero, según los expertos, es un error centrarse únicamente en lo negativo y no permitirse disfrutar de las alegrías; porque cuanto más tiempo pases focalizada en la tristeza menos tiempo te quedará para estar alegre. Y los motivos para vivir con alegría no tienen que ser grandes, porque la vida te brinda un sinfín de pequeños momentos con los que disfrutar plenamente. Puedes aprovechar las navidades para organizar tu tiempo libre y hacer aquello que por la rutina del trabajo diario no puedes hacer: el reencuentro con una amiga a la que no ves hace tiempo, una tarde de peluquería, una escapada para relajarte, disfrutar de un paseo por el campo, pasar una tarde de cine en casa rodeada por tu familia… Este sentimiento está perfectamente capturado por la seductora nueva fragancia de ESCADA, ESCADA Joyful, un aroma dirigido a una mujer que quiere disfrutar de las pequeñas oportunidades y ver el lado bueno de cada momento que compone su día a día.

-Escúchate a ti misma. El hecho de que otras personas preparen grandes banquetes familiares, dispongan del más espectacular árbol de Navidad para colocar en su casa o compren cientos de regalos, no significa que tú tengas que hacer lo mismo. Si tú quieres vivir la Navidad de una manera más sencilla, hazlo. No tienes la obligación de tener que pasarlo bien cuando te dicen que debes hacerlo, ni tampoco de tener cosas que no quieras o necesites. La felicidad está estrechamente relacionada con las expectativas que tengamos en la vida; es cierto que si estas son altas podemos encontrar motivación, pero cuando estas expectativas son irreales generan frustración. Si nos comparamos constantemente con los demás se crea más presión y, consecuentemente, más obligación, y cuanta más obligación, más insatisfacción y, por tanto, nos alejaremos de la posibilidad de ser felices.

-Las reuniones familiares no tienen por qué ser una fuente de conflictos. Que ninguna familia es perfecta es una realidad palpable. Partiendo de este hecho, durante estos días de Navidad, en que abundan los reencuentros con familiares a los que no vemos con frecuencia, hay que empezar por dejar de lado las posibles rencillas y adoptar una actitud distendida, de diálogo y respeto mutuo para disfrutar todos juntos de la reunión. Lo mismo ocurre con respecto a otro habitual foco de problemas: dónde se van a celebrar las fiestas. Pues bien, tan solo se necesitan ciertas dosis de flexibilidad y adaptación para negociar dónde se van a celebrar las cenas o comidas establecidas; eso sí, una vez negociado y acordado, no tiene ningún sentido seguir dándole vueltas al asunto intentando ver ganadores y perdedores.
Finalmente, también suele ser habitual que el recuerdo por la ausencia de los seres queridos se haga más intenso en estos momentos familiares y las emociones se desborden. Sin embargo, su recuerdo no tiene por qué asociarse a la tristeza si evocamos con alegría los momentos felices que compartimos junto a ellos.

-Organízate para no caer en el estrés o la ansiedad. Suelen ser dos de los problemas más frecuentes en estas fechas. Para muchas personas preparar las comidas, tenerlo todo a punto para los invitados, realizar las compras navideñas… se convierte en una fuente de ansiedad y depresión, por ello hay que reservarse un tiempo para uno mismo. No dejes de hacer las actividades que te reconfortan, altérnalas con tus obligaciones. Por ejemplo, puedes dedicar un tiempo a la cocina, pero resérvate también un tiempo para leer un buen libro o, simplemente, echarte una siesta.
Tampoco pretendas que todo esté perfecto, sé realista y no te compliques la vida con intrincados preparativos; y si necesitas ayuda, pídela. Las tareas compartidas son muy positivas porque te permitirán tener más energía para pasártelo bien en Navidad. Y hablando de energía, es fundamental que descanses, que duermas las suficientes horas porque la falta de descanso está íntimamente ligada a estados depresivos.
 

El escritor ruso León Tolstoi decía que la felicidad “no consiste en hacer lo que se quiere sino en querer lo que se hace”. Por eso es muy saludable, tal y como te hemos comentado al principio de este artículo, que en estos días de Navidad te pares a pensar y elimines de tu lista todo aquello que no puedas o no quieras realizar. Piensa sobre lo que realmente te hace feliz y dale prioridad y, muy posiblemente, te des cuenta de que la felicidad no se encuentra en tener el árbol de navidad más grande, ni en conseguir los regalos más caros, sino que se encuentra en las cosas más simples, en esos pequeños momentos que están por descubrir y vivir. 

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Esta es, justamente, la filosofía que personifica ESCADA Joyful; un aroma pensado para una mujer que afronta la vida con optimismo, espontaneidad y seguridad; una persona fascinada por la belleza del mundo que le rodea y que lo refleja en su vida cotidiana. Delicada y ligera, ESCADA Joyful posee un suave aroma floral, que transmite la frescura del rocío matinal. Sus notas de peonía rosa fresca envueltas del aroma floral de con la elegancia de la magnolia, su sabroso toque frutal a grosellas negras y los matices dulces a panal de abeja, son las características más destacadas de un perfume que personifica como ninguno la alegría de vivir. Un regalo perfecto para esa persona que te hace ver el lado positivo de tu día a día. ¡Felices fiestas!