Crece la peligrosa moda de saltar al mar desde las rocas

Cruz Roja del Mar detecta un incremento de jóvenes que se lanzan, temerariamente y pese a las advertencias, desde los acantilados de la Arrabassada y la Savinosa

Por hola.com

Laura Casas

Lo que empieza como una actividad de diversión entre grupos de jóvenes, algunas veces, acaba en tragedia. De momento, en Tarragona, no se ha tenido que lamentar ninguna víctima mortal por lanzarse al mar desde las rocas, en puntos peligrosos e inadecuados, pero la realidad es que esta práctica crece verano tras verano, siendo motivo de preocupación para la Cruz Roja y para los cuerpos de vigilancia y seguridad. Y es que, en lo que llevamos de temporada, dos jóvenes han padecido lesiones de gravedad tras protagonizar saltos temerarios en la zona de acantilados de la Savinosa y de la Arrabassada, también el Fortí de la Reina, encendiendo todas las alarmas.

Estudios recientes han puesto de manifiesto que las zambullidas imprudentes en aguas poco profundas son la causa del 5% de las lesiones medulares registradas en España, donde la incidencia anual de traumatismos raquimedulares es de 30 casos por millón de habitantes. La inmensa mayoría de los lesionados tiene entre 15 y 25 años, y cuatro de cada cinco son varones, unos datos que casan perfectamente con el perfil de personas que Cruz Roja del Mar tiene que alertar o socorrer cada verano, y cada vez con más frecuencia, en las playas del litoral tarraconense.

El coordinador de Cruz Roja del Mar en Tarragona, Joan Carles Castellví, afirma que los dos casos graves registrados este verano “no son casos aislados porque tirarse desde acantilados al mar es ya una práctica de diversión para muchos jóvenes”. Explica que uno de los chicos asistidos sufrió lesiones en la columna vertebral y que, el otro, se rompió la tibia y el peroné, incidentes que atribuye a la peligrosidad de algunos puntos. “Si hay poca profundidad en el lugar de caída el choque con las rocas o contra la arena puede comportar lesiones medulares de gravedad”, afirma Castellví que recuerda también que “las corrientes y el agotamiento de las personas que se lanzan al mar puede generar situaciones de peligro, algunas veces fatales”.

Más vigilancia en los puntos calientes
Cruz Roja y la Guardia Urbana de Tarragona trabajan de manera coordinada y los agentes de policía actúan, desde una mayor autoridad, para disuadir a los bañistas de sus intenciones. La entidad también despliega patrullas especiales para prevenir a los jóvenes sobre el riesgo de saltar desde esas alturas, aunque muchos acaban haciendo caso omiso de las advertencias de los socorristas. Ahora bien, la mejor arma para combatir y erradicar estas situaciones es actuar desde la prudencia, “manteniendo una actitud responsable durante el baño”, sostiene Castellví.


Leer  más noticias en LaVanguardia.com