Los hogares españoles consumen menos alimentos pero los pagan más caros

Cada español gastó 1.471 euros en alimentación en 2011, un 0,8% más por la subida de precios, tras dos años seguidos de descensos | Los jubilados aumentan sus compras de alimentación un 3%

Por hola.com

Madrid (Efecom).- Los hogares españoles consumieron un 0,7 % menos de alimentos en 2011 que un año antes, pero los pagaron un 1,3 % más caros, lo que supuso que destinaron 67.520 millones de euros a este capítulo, un 0,6 % más que en el periodo anterior. Así lo indican los datos del Panel de Consumo Alimentario en España en 2011, que hoy ha presentado el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete.

Arias Cañete ha subrayado, en su intervención, que este año no se contará con la estadística de consumo en el sector de la hostelería porque por recorte presupuestario el equipo anterior no lo encargó y que en 2012 se volverá a contar con dicho estudio. Según los datos del Panel, el consumo per cápita en el hogar cayó un 0,6 %, hasta los 659,89 kilos, mientras que el gasto aumentó un 0,8 %, hasta los 1.471,35 euros por persona y año.

El ministro ha indicado que "no es que el consumidor consuma menos y peor", sino que es más razonable en el consumo. Ha subrayado que la industria alimentaria es un sector que dentro de la crisis aguanta mejor que otros y que hay que apoyarse en la exportación, ya que la situación de crisis "no es igual en todo el mundo, ni en todos los países de la Unión Europea".

Ha destacado que los productos frescos suponen el 42,4 % del volumen total de los alimentos que los hogares españoles consumieron el pasado año y acaparan el 45,8 % del gasto que realizan, mientras que el otro 54,2 % es el resto de alimentación. Entre los productos con los que los españoles llenaron sus despensas durante 2011 destacan los lácteos y derivados (que supusieron el 17,2 % del total), las frutas frescas (15,4 %), las hortalizas y patatas frescas (12,9 %) y la carne (8 %), entre otros.

Los alimentos que concentraron la mayor parte del presupuesto de los hogares españoles fueron las carnes (23 %), la pesca (13,3 %) y la leche y sus derivados (12,6 %). Sin embargo, los españoles redujeron en un 0,6 % el consumo de carne y dentro de esta categoría el de carne fresca cayó un 1,4 %, mientras que el de la congelada se disparó un 14,2 %. En cuanto al consumo total de pesca, el descenso en los hogares fue del 1,9 %, siendo del -1,6 % en el caso del pescado fresco y del congelado, mientras que mariscos, crustáceos y moluscos registraron la mayor caída, hasta un -4,3 %.

Arias Cañete ha precisado que, en esta categoría, solo las conservas de pescado y de moluscos han experimentado una subida del 1,8 %. En cuando a las frutas frescas, el ministro ha incidido en el aumento del consumo de la fruta estacional sobre la que se encuentra disponible durante todo el año, aunque aún así hay un descenso del consumo de fruta fresca en el hogar del 0,8 %. Por variedades, el consumo de las cerezas subió un 20,4 %, el de uvas un 6,5 % y el de fresas un 4 %, mientras que las mayores caídas las protagonizan las naranjas (-2,9 %), las peras (-2,3 %), los plátanos (-1,8 %) y las manzanas (-1,7 %).

En el caso de las hortalizas frescas, los españoles consumieron el pasado año un 3,7% más que un año antes. Y mientras subieron los espárragos (10,1 %), calabacines (10 %) y tomates (7,9 %) y pimientos (5,5 %), las patatas frescas encajaron un recorte de consumo del 3,9 %. En cuanto a las grasas comestibles, el ministro ha resaltado la caída que ha registrado el consumo de aceite de girasol (-4,3 %), muy por encima del total de aceite (-1,8 %), del de aceite de oliva virgen (-1,7 %) y superior también al recorte del -0,7 % que sufre el aceite de oliva.

El consumo de vino en el hogar ha descendido de media un -1,8 %, y sólo se salvan de las caídas los espumosos y el cava, que suben un 6,5 %. Cae el consumo de los vinos de aguja (-4,7 %) y del vino de mesa si denominación (-2,9 %). En cuanto al resto de bebidas, los hogares españoles sólo incrementaron su consumo en cervezas (3,1 %) y en gaseosas y refrescos (1,9 %), mientras que lo redujeron en las bebidas de alta graduación (-8,8 %) y en zumos y néctares (-6,3 %).

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