Una vez en el programa, Lola Indigo, que elegía un llamativo e impactante estilismo dominado por flecos y transparencias en negro y azul representando a la feria y a Andalucía -tal y como ella misma reconocía-, relataba cómo había vivido el confinamiento. En su caso, lo pasó en El Padul, un pequeño pueblo de Granada. La madrileña tuvo momentos de desquicie hasta el punto de que llegó a hablar con las cabras, a las que puso incluso nombres