"No la conozco personalmente pero puedo intuir su calma, su latido del corazón acompasado con el sonido de las olas portuguesas, su música española sonando en el salón, su olor a limpio y a pureza, la mano dulce sobre la cabeza de sus hijos, su fortaleza inmensa y los millones de ideas de una mujer brillante que no para de emprender", escribe Beatriz