Antonio Banderas y Nicole Kimpel despiden a Serrat en Marbella rodeados de amigos

Maria Casado y Fernando Martínez de Irujo tampoco quisieron perderse este concierto de adiós único del cantautor

Por Irene Díaz

Antonio Banderas y Nicole Kimpel despidieron ayer a Serrat en Marbella por todo lo alto, bailando al son de grandes éxitos como Mediterraneo y con la nostalgia “prohibida” por el cantante, que aseguró que sólo quiere “mirar al futuro” en esta etapa final. Les vimos reír y bailar como nunca, rodeados de amigos disfrutando de la espectacular velada que ofrecía la noche Marbellí ayer y aplaudiendo sin parar. La pareja, que celebra este año sus ocho años de amor, está viviendo uno de sus veranos más dulces. Les vimos recientemente como dos recién enamorados haciendo una romántica escapada al norte, ahora se relajan en Marbella ejerciendo como anfitriones.

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Serrat ofreció anoche dentro del Festival Starlite un concierto único a modo de despedida en el que se congregaron grandes rostros conocidos como María Casado o Fernando Martínez de Irujo, amigos también de la popular pareja, con los que estuvieron disfrutando de los éxitos del poeta, Grammy Latino de Honor en 2015. La voz del mediterráneo ha anunciado que se despide de los escenarios con esta última gira a la que ha titulado El vicio de cantar y ninguno de los populares rostros conocidos que le siguen y admiran se lo quieren perder.

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El autor de Mediterraneo ha vuelto a los escenarios tras el parón por la pandemia para decir adiós volviendo a recordar sus grandes éxitos, míticas canciones que han hecho emocionarse a varias generaciones desde que en 1965 llegó al mundo del espectáculo. El pasado 27 de abril en el Beacon Theatre de Nueva York comenzó esta última gira que tiene previsto finalizar el 23 de diciembre en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Tras su paso por Starlite Marbella este sábado, se le podrá ver actuando próximamente en Jerez de la Frontera, Sitges, Alicante y Sant Feliu de Guíxols.

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Antonio y Nicole se conocieron en un complicado momento en el Festival de Cannes, allí vimos las primeras imágenes de su flechazo. Los objetivos pudieron captarles bailando durante una de las fiestas de la firma de joyería De Grisogono que se celebraban en el Hotel du Cap-Eden-Roc. Recordando aquellos convulsos primeros meses de relación, Antonio confesaba en una entrevista a  ¡Hola!: “Los dos sabíamos dónde estábamos. Yo era todavía un hombre casado, aunque las cosas estaban abocadas a lo que después ha sido. Una vez los papeles del divorcio estuvieron ya en su sitio, fue cuando empezamos a conocernos, y al tiempo surgió una relación”. 

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Ahora la calma reina ya entre ellos, han congeniado a la perfección, también con sus respectivas familias y disfrutan al máximo de su nueva vida en la costa española. Centrado en la producción cultural, tras poner en marcha el Teatro del Soho Caixabank en su ciudad natal, el malagueño se ha asociado ahora con la productora Merlín y prepara un nuevo proyecto de expansión en su tierra natal para el próximo mes de octubre, el Espacio Sohrlin.

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