Fallece doña Ana, madre de Isabel Pantoja, a los 90 años

Ha sido siempre confidente y el gran apoyo de la cantante en los momentos difíciles

Por hola.com

Duro golpe para Isabel Pantoja, su madre, Ana María Martín, conocida por todos como doña Ana, ha fallecido a 90 años en Cantora, la finca familiar donde vivía desde hace años, según ha adelantado El Español. El triste desenlace se ha producido en la tarde de este martes, 28 de septiembre, tras su último ingreso hospitalario en la intimidad de su horgar, acompañada de su hijos Isabel, Agustín y Juan y una amiga de su entorno. El pasado 17 de septiembre saltaba a los medios de comunicación que doña Ana permanecía ingresada en el Hospital Universitario de Puerto Real, en Cádiz. Días más tarde, el 25 de septiembre, recibía el alta y ponía rumbo a casa junto a los suyos. Pendiente de ella en todo momento ha estado su hija, la intérprete de Marinero de luces. También se han mostrado muy preocupados durante los últimos días sus nietos: Kiko Rivera, Isa Pantoja y Anabel, cuya boda esta prevista para este viernes, 1 de octubre, en la isla de La Graciosa. 

Kiko Rivera se muestra preocupado por el estado de salud de su abuela, doña Ana

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La madre de la cantante ha estado siempre junto a su hija. A lo largo de los años, hemos visto cómo siempre la ha apoyado y cómo ha huido de la popularidad, permaneciendo siempre a la sombra de Isabel. No se ha separado de ella en ocasiones tan complicadas como la muerte de Paquirri o cuando la artista afrontó sus problemas con la justicia, que la llevaron a la cárcel. Por supuesto, también ha estado a su lado cuando las cosas iban bien, como su boda, en el nacimiento de su hijo o en los grandes eventos de su carrera. Siempre en silencio, discreta y dispuesta a atender a las necesidades de su hija o cualquiera de los miembros de su familia. 

¿Ha tenido un acercamiento con su madre? La contundente respuesta de Isa Pantoja

Son varias las ocasiones en las que la artista ha dicho que su madre es "lo más grande del mundo" y ha explicado lo mucho que la ayudó a cuidar de Kiko Rivera cuando falleció Paquirri solo siete meses después del nacimiento de su niño. También ha resaltado que gran parte de su éxito como cantante se lo debe a ella, ya que doña Ana no tardó en darse cuenta del talento que tenía y de su privilegiada voz. "Es un orgullo tener la madre que tengo. Ella fue la primera persona que vio lo que valía su hija. Ella era quien me arropaba y me preparaba la comida cuando yo estaba actuando y no se ha separado de mi ni un solo segundo", indicaba. En algunos actos la acompañaba, pero siempre apostó por mantener un perfil discreto y hace años que no aparecía públicamente ante los medios.

Esa discreción que acompañó siempre a doña Ana, ha permanecido inalterable hasta sus últimos días. De hecho, se sabía muy poco sobre su estado de salud. En 2019, mientras Isabel grababa Idol Kids, su madre sufrió un percance y la cantante paralizó su agenda para viajar corriendo a su lado, pese a que se encontraba en Madrid trabajando. Cuando se emitió el programa, meses más tarde, descubrimos qué le pasaba por la cabeza a la artista al ver como uno de los niños homenajeaba a su propia progenitora: "Me has tocado lo más grande que tengo en mi vida que es mi madre y que Dios me la deje todo el tiempo que pueda. No he sido capaz nunca de componer una canción como la tuya a una madre", le decía, llena de emoción. 

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Unos meses más tarde de esa recaída de salud, Isabel Pantoja participó en la edición de 2020 de Supervivientes. Entonces también mostró su preocupación por la salud de su madre e incluso explicó que le había hecho dudar sobre su participación en el reality y, una vez que decidió ir, no se lo comunicó a doña Ana hasta pocos días antes de poner rumbo a Honduras, según explicó a ¡HOLA!. A su vuelta de la isla, tras finalizar su participación en el programa, confesaba: "Para ella yo estaba cantando en América de gira. Le dije al verla que era su Maribel y que no me iba a ir más, ella me abrazó diciendo 'mi Maribel, mi Maribel'. Esa era la primera vez que Isabel hablaba de la enfermedad de su madre y el miedo que tenía de que ella no la reconociera.

El delicado estado de salud de doña Ana había empeorado en los últimos años, algo de lo que ella misma, al parecer, no era consciente. "Estaba muy delicada, ya no se daba cuenta de nada", aseguraban en 2019 fuentes cercanas a la familia. Isabel ha mantenido a su madre como una prioridad hasta el final, permaneciendo en Cantora y al cuidado de su progenitora, saliendo solo para lo imprescindible y para trabajar de manera puntual.