Así vive Jennifer, la hija mayor de Bill Gates: estudia medicina, reside en un piso de 5 millones de euros y acaba de comprometerse

Amante de los caballos, Jenn, como la llaman cariñosamente, sueña con convertirse en pediatra y formar una familia junto a su novio, el jinete egipcio

Por hola.com

Creció oyendo hablar de la mortalidad infantil, del problema del sida y de la desigualdad en el mundo y aunque podría haberse convertido en la heredera del imperio de Microsoft, Jennifer, la hija de mayor de Bill y Melinda Gates, ha preferido decantarse por el lado más filantrópico de sus padres tras verles trabajar día a día en su fundación, la que tiene como objetivo alcanzar la igualdad en el acceso a la salud y la educación en todo el mundo. Es por ello, que Jennifer, o como la han llegado a llamar algunos una de las princesas de Silicon Valley, prefirió encaminar sus pasos hacia el mundo de la medicina. Se graduó en la Universidad de Stanford en Biología Humana en 2018 y actualmente esta cursando el segundo año de Medicina en la ciudad de Nueva York, donde ha establecido su residencia en un apartamento valorado en 5 millones que le han comprado sus padres en la Quinta Avenida y que constaría de tres dormitorios, un baño spa y una sala de estar con impresionantes vistas de Central Park.

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Jennifer, la hija mayor de Bill Gates, se ha comprometido

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"Nací en una situación muy privilegiada", ha confesado Jennifer a la revista Sidelines Magazine,  “y creo que se trata de aprovechar esas oportunidades y aprender de ellas para encontrar cosas que me apasionen y, con suerte, hacer del mundo un lugar un poco mejor. ". Su meta en estos momentos es convertirse en pediatra o en médico de familia, aunque es consciente de que aún le queda mucho trabajo por delante, de ahí que haya decidido tomarse las cosas con calma, tanto que antes de comenzar su carrera disfrutó de un año sabático para disfrutar de su gran pasión: los caballos. Amazona profesional, Jennifer ha participado en concursos hípicos junto a Carlota Casiraghi, Eve Jobs, Athina Onassis o Jessica Springsteen, entre otras. 

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Con un profundo vínculo familiar y muy unido a sus hermanos Rory John, de 22 años y Phoebe Adele, de 19, quienes viven junto a sus padres en una villa de ensueño con vistas al Lago Washington en Medina, Washington, Jennifer sueña con formar algún día su propia familia, junto a su novio, el jinete y empresario egipcio, Nayel Nassar, con el que se comprometió en enero de 2020 y cuya boda aun no se ha celebrado debido a la pandemia del coronavirus. “Eres una persona única. Me siento como si estuviera flotando desde que me sorprendiste en el lugar más significativo de una de nuestras muchas pasiones compartidas. No puedo esperar a pasar el resto de nuestras vidas aprendiendo, creciendo, riendo y amando juntos. Sí, un millón de veces sí”, escribía Jennifer  junto a varias imágenes de su pedida de mano en una estación de esquí de Montana. 

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Jennifer, que a pesar de ser hija de uno de los magnates tecnológicos más grandes de la historia no tuvo teléfono móvil hasta los 14 años y su tiempo frente al ordenador siempre estuvo supervisado, ha confesado estar muy orgullosa de la educación recibida. “Siempre me han respaldado”, dijo. “Cuando era más joven, me decían que me dedicara a lo que me interesaba, ya fueran matemáticas, ciencias, lectura o escritura. Siempre sentí que realmente tenía una buena base, porque ellos creían en mí y estaban dispuestos a apoyarme en cualquiera de mis objetivos ". Eso sí, teniendo claro que ni ella ni sus hermanos serían los herederos totales de la fortuna de sus padres, pues tal y como hizo público su padre en 2011 sus hijos recibirían cada uno una "pequeña porción" de su fortuna, que, según Forbes, es de cerca de 89.000 millones de euros. 

Pero a Jenn eso no es algo que le preocupe, pues sabe que con trabajo y dedicación conseguirá sus objetivos, aunque a veces, como todo el mundo haya tenido sus dudas y haya flaqueado. “Todos somos humanos y tenemos diferentes experiencias humanas, pero hay algo tan universal en la forma en que todos experimentamos las dificultades, el crecimiento, el amor y la alegría en nuestras vidas. Ser receptivo a conocer las experiencias de los demás, independientemente de lo que estén buscando, me ayudará a ser un mejor médico en el futuro y seguir haciendo mi parte en el mundo " ha declarado Jennifer, a quien todo el mundo llama cariñosamente Jenn. Así que todo apunta a que habrá un médico en la familia Gates.