Sara Carbonero sonríe y lo hace ahora más que nunca. "La risa te libera de las preocupaciones y te pone en un estado de alegría. Es muy importante rodearse de gente positiva. Y hay que sonreír siempre", recuerda la esposa de Iker Casillas en la última entrevista que ha concedido a la revista Elle para amadrinar una accion solidaria y apoyar los Bancos de Alimentos en un momento social en el que es tan necesario. Después de tres meses confinada en su casa de Oporto, donde ha encontrado la paz y la tranquilidad junto a su marido y sus hijos, Martín y Lucas, la periodista ha descubierto algo que ya sabía, pero que ha afianzado aún más. "La vida me ha recordado que no se puede controlar todo y que hay que vivir el presente intensamente", asegura Sara que posa bellísima y lo hace con su renovada imagen.
Sara es inmensamente feliz en Portugal. "Me encanta vivir en Oporto. Llevo cinco años aquí y estoy completamente enamorada de esta ciudad y de su gente, pero no será definitivo y sé que, cuando llegue el momento de regresar, lo afrontaré con muchísimas ganas e ilusión”, confiesa en relación a la decisión que ha tomado Iker Casillas y que podría cambiar los planes sobre su regreso a España. Uno de los pequeños placeres de los que disfruta es de "la libertad”. “Sentir la arena de la playa bajo mis pies, escuchar el sonido de las olas, contemplar un atardecer en la terraza de algún chiringuito con los amigos. Un vino y una buena canción de fondo”.
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Después de meses de incertidumbre, la de Corral de Almaguer confiesa cómo han sido sus días de aislamiento. "Siempre me ha encantado estar en mi casa. Por eso no me ha costado especialmente vivir encerrada: me entretengo bastante y no tengo sensación de agobio. Me gusta mucho estar conmigo misma", señala y asegura que hace poco descubrió la meditación: "Me ha cambiado la vida. Medito y practico ejercicios de respiración diariamente, es algo que recomiendo muchísimo: tener ese ratito de estar a solas con nosotros mismos para plantearnos qué queremos en la vida, para aprender a escucharnos".
La periodista afronta el futuro llena de optimismo tras haber dejado atrás los problemas de salud que tanto ella como Iker Casillas han sufrido en este último año, además de una pandemia. Sara se siente una gran privilegiada y admite que da las gracias por ello cada día cuando se despierta. Tanto ella como su marido tienen por delante el verano para reencontrarse con sus familia después de tanto tiempo separados. "Y aunque las cosas no sean como siempre", según confesó la periodista a sus seguidores, intentarán disfrutar al máximo de todos esos instantes 'como nunca' que les deparará un futuro no tan lejano.
