Supervivientes 2020

Rocío Flores rompe a llorar al ver a su padre: 'Pensaba que no tenía ninguna fuerza de voluntad'

La concursante es la tercera finalista tras perder su duelo con Jorge Pérez

Por hola.com

Después de la marcha de Hugo y de enfrentarse a la prueba llamada Carrie, como la novela de Stephen King, en la que los concursantes tenían que aguantar un kilo y medio de peso con los brazos estirados sobre sus cabezas y de puntillas, Rocío Flores se ha tenido que enfrentar al televoto y ha quedado como tercera finalista. La concursante ha sido la primera en rendirse mientras que Jorge y Ana María han conseguido soportarlo un poco más de tiempo. De la nueva prueba de apnea saldría el siguiente robinson en competir con la nieta de Rocío Jurado (que finalmente era el guardia civil) y mientras ellos se preparaban, la benjamina de la edición puedo reencontrarse con su padre. No le veía desde hace tres meses, tiempo qu Antonio David ha estado actuando como su defensor en el plató de Supervivientes y también en Sálvame diario.

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Rocío Flores protagoniza uno de los momentos más emotivo: el homenaje a su abuela

La semana pasada, tanto Rocío como Ana María Aldón recibieron la visita de Gloria Camila, hija de José Ortega Cano y Rocío Jurado. Además, estuvo el novio de la benjamina de la edición, con quien se besó incluso a través del plástico protector con el que los concursantes han estado abrazando a sus seres queridos. Sin embargo, esta semana tenían otros familiares con los que reencontrarse y la nieta de 'La Más Grande' ha podido ver por fin a su padre, su mayor apoyo durante todo este proceso y no ha podido evitar romper a llorar. Ella le ha preguntado si había hecho algo que le hubiera podido molestar, ante lo que él negaba de manera vehemente, insistiendo en lo sorprendido y orgulloso que estaba de ella porque antes de irse no era "capaz ni de coger el metro sola". "Pensaba que no tenía ninguna fuerza de voluntad", admitía la joven.

Antonio David no paraba de decirle a su hija el buen concurso que ha hecho y lo guapa que estaba, sin poder evitar mostrar, también con los ojos llenos de lágrimas, su orgullo por hasta donde había llegado la joven de 23 años, admitiendo que no lo había imaginado. La ocasión es especialmente emotiva para Rocío porque el pasado día 1 su cumplieron 14 años desde la muerte de su abuela, Rocío Jurado.

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No es la primera vez que la hija de Antonio David Flores se emociona durante su paso por el concurso. La vimos llorar desconsoladamente al recibir la carta personal más esperada, la de su hermano David, la persona que más ha echado de menos. No le importó renunciar incluso a comer alimentos calientes durante tres días. Cualquier sacrificio era poco con tal de tener noticias de una de sus personas favoritas. También se emocionó en varias ocasiones al hablar de su situación familiar. Llegó a pedirle a su madre, Rocío Carrasco, una reconciliación, algo que también ha recordado en la final.