Ha fallecido a los 27 años

Alessandro y Álex Lequio, la unión incondicional de un padre y su hijo

Mantenían una relación imposible de romper, como dijo en alguna ocasión Aless

Por hola.com

Más allá de su relación padre e hijo, eran grandes amigos. Aless Lequio aseguró en una ocasión (en ¡HOLA! en diciembre de 2018) que había pocas personas a las que podía considerar amigas de verdad, pues era un tanto reservado. Un grupo privilegiado, sin duda, en el que se contaba a sus padres, Ana Obregón y Alessandro Lequio. Durante estos dos últimos años, los más complicados de su vida, ambos se han mantenido junto a Aless, afrontando los golpes de una enfermedad que Alessandro ya advertía “es larga y difícil”. Contagiados del optimismo y el buen humor de su hijo, sobrellevaron la pelea con él, asumiendo cada etapa con entereza. Alessandro estuvo en Estados Unidos donde Aless inició su tratamiento, aprovechando los ratos que pasaban fuera del hospital para redescubrir a su hijo en los rincones de la ciudad que nunca duerme y compartir con él todo tipo de momentos. “El hecho de estar en una ciudad como Nueva York me ha permitido juntarme con otro friki, que es mi padre, y poder investigar, ir a todos los rincones, museos, restaurantes” decía Aless, que veía siempre la parte positiva de las cosas. “Agradecido de haber podido pasar esta experiencia en Nueva York”.

En aquella etapa, qué padre no estaría en su situación, Alessandro confesaba que la preocupación frenaba su sonrisa, esa que poco a poco fue apareciendo gracias a las ocurrencias de su hijo mediano. A él le dedicó la inauguración de su perfil social con una foto en la que recordaba su infancia, una aventura digital en la que Aless prometió guiarle dadas las pequeñas dificultades que encontró al principio. “Love you paps!” escribió entonces, demostrando lo unido que estaba a su padre. Con él bromeaba Aless cuando perdió sus rizos, debido al tratamiento de quimioterapia. “Nunca pensé que llegaría un momento en el que tendría menos pelo que usted” escribió, reproduciendo además un pasaje de la película Dos hombres y un destino, unidos ante lo que trajera el futuro.

Aless, el gran amor de Ana Obregón, del que aprendió una lección de vida

El último mensaje en redes que envió Aless Lequio

No solo físicamente el parecido era enorme, sino que padre e hijo compartían también sentido del humor y simpatía. Y es que Aless afrontó las piedras del camino siempre con una sonrisa. Así lo demostraba cuando en octubre del pasado año su padre pasaba por el quirófano por un problema en la cadera. “Inválido 1. Inválido 2. También conocidos como Los Invalids, próximamente en las mejores salas”, decía. Además, en las últimas publicaciones recordaba vivencias tan divertidas como cuando era pequeño y jugaba a tirar a la piscina a su padre, cuando montaba en bici por las inmediaciones de su domicilio o cuando se equivocaron de tren y aparecieron en la otra punta de la ciudad.  

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Fue su ejemplo y su mejor amigo

Alessandro rescataba esos momentos importantes para él, entre los que se contaban miles con su hijo. La complicidad que les unía ha quedado siempre captada por los objetivos, testigos mudos de tantos recuerdos. Cuando llegó a la mayoría de edad, Aless hizo las maletas e inició una nueva etapa en Carolina del Norte al matricularse en la Universidad de Duke, uno de los centros educativos más prestigiosos de todo el mundo. En su primer día como alumno de la doble licenciatura de Filosofía y Ciencias Políticas, sus padres estuvieron en el campus a su lado y junto a él celebraron su graduación, un acto en el que Aless era el único alumno español. “Que hayan estado hoy aquí mis padres es importantísimo para mí. Mi padre es mi mejor amigo, y su compañía ha hecho de mí un superviviente nato. Su presencia siempre me saca una sonrisa”, explicaba emocionado en ¡HOLA! antes de regresar a España y poner en marcha Polar Marketing, la empresa en la que puso todo su esfuerzo e ilusión.

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Aless ha contado con el apoyo de su padre en sus momentos más difíciles y también han estado unidos en las buenas noticias, como en agosto de 2016, cuando junto a Clemente, su hermano, celebraron el nacimiento de la pequeña Ginevra, a la que Aless adoraba (fue su padrino en el bautizo que se celebró en el palacio de Torlonia de Roma, una celebración familiar de la que compartió emocionado vídeos y fotos en sus perfiles). Juntos en los logros profesionales de Aless, que demostró ser un emprendedor incansable con mil ideas en la cabeza que plasmaba siempre con éxito. Eran muchas las cosas que Aless aseguraba haber heredado de su padre, entre ellas “constancia y esfuerzo”, y eran precisamente las palabras que le dedicaba, la mejor definición de esa entrega y amor que les unía. “La cercanía que tenemos mi madre y yo, yo y mi padre y los tres juntos es tan fuerte que somos los mejores amigos. Creo que no hay acontecimiento sobre la faz de la tierra, ni siquiera una guerra nuclear, que pueda unirnos más” dijo en diciembre de 2018 en ¡HOLA!. No lo pudo explicar de mejor manera.

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