Susana y la emotiva carta de despedida de Gonzalo, seis meses después de su ruptura

El exconcursante de 'Gran Hermano 14' declina la invitación de reencontrarse con su ex en 'La isla de las tentaciones', mientras ella se reafirma en su postura de no volver con él

Por Gtresonline

Susana Molina decidió poner fin a su relación con Gonzalo Montoya en La isla de las tentaciones. Una ruptura que dejó al sevillano con el corazón destrozado y tras la que, después de seis meses sin verse (desde el momento en que acabó de rodarse el programa en la República Dominicana), se preveía que anoche ambos se reencontrasen. Algo que no llegó a ocurrir, ya que el pelirrojo prefirió declinar la invitación del espacio para no hacerse más daño. "Me lo esperaba un poco, porque si no me ha querido ver en todo este tiempo y le va a hacer daño que nos veamos prefiero que no haya venido, la verdad. Ojalá que con el tiempo nos podamos volver a encontrar, porque yo le quiero mucho y me encantaría", decía la ganadora de GH 14 al conocer la noticia.

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Susana y Gonzalo, que se conocieron durante su participación en Gran Hermano 14, entraban a la isla como una de las parejas más fuertes. Sin embargo, las actitudes de Montoya consiguieron que la murciana se quitase una venda de los ojos y pusiese el punto y final a lo que parecía una idílica historia. No obstante, Gonzalo sí estuvo presente de algún modo durante el episodio de reencuentros ya que, aunque no fue capaz de volver a sentarse ante las cámaras, quiso escribir una emotiva carta de despedida a su amada, de la que Susana leyó algunos fragmentos.

"En primer lugar, quiero decir que nada me habría gustado más que estar ahí, feliz y alegre como he sido siempre. Pero Susana, tú me conoces muy bien y sabes que si no estoy allí es porque no me quedan fuerzas después de todo lo que ha pasado. Estos seis meses me han desgastado como si fuesen años, te he perdido a tí y aún me machaco constantemente intentando comprender el por qué", leía la amiga de Anabel Pantoja con un nudo en la garganta. "Con el paso del tiempo me he dado cuenta del valor que tienen los pequeños detalles (…) Haber estado hoy ahí solo iba a suponer más dolor, espero que me comprendas. Con las luces de los focos nació una bonita historia de amor y se apagó en las brasas de la última hoguera. Una parte de mí se quedó allí con ella. Hasta siempre, Su", finalizaba emocionada.

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"Me da mucha pena todo lo que dice, porque es verdad que nosotros teníamos una relación idílica. Y la gente no lo entiende, porque nos lo pasábamos muy bien y todo era perfecto, pero ¿qué hago? Si me preguntases si volvería con él te diría que no. No me lo planteo. Le he echado de menos y le echo de menos, porque al final ha sido mi compañero durante mucho tiempo, pero no como pareja", confesaba tras leer la carta de su ex.

"Yo no quería hacerlo ahí, me estaba machacando mucho. Si no me hubieses preguntado si estaba enamorada, creo que no me habría atrevido a dar el paso y no lo habría hecho nunca. Ahora que ha pasado el tiempo creo que es lo mejor. Tenía que ser sincera y decirle las cosas que había estado pensando. Lo fácil para mí hubiese sido salir de la isla con él", recalcaba más tarde Susana hablando del momento de su ruptura. Además, llegó a confesar que, en un primer momento, le costó bastante identificar sus sentimientos y que lo que creía que eran celos, al final no eran más que una excusa que se autoimponía a sí misma para terminar y decir "hasta aquí" a su mejor amigo.

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Sobre la conversación pendiente que se suponía iban a mantener tras la hoguera final de La isla de las tentaciones, Susana aseguró que sí se había producido, aunque no fue más que para repetir lo que se vio en público: "Gonzalo me ha puesto las cosas bastante complicadas porque no entiende todavía el motivo por el que le dejé. Él sigue justificando que sus actuaciones eran parte de su forma de ser y que no tuvo nada con ninguna chica, sin darse cuenta de que, en realidad, todo era una cosa mía. Irme de casa fue horrible, es una cosa de las más duras que he hecho. Actualmente no tengo ningún tipo de contacto con él, nada. Y le costó mucho entenderlo. Cuando se sentía bien me escribía un mensaje bonito, cuando se sentía mal me escribía un mensaje nada bonito y le dije que mejor no me escribiera ni para bien ni para mal. Gonzalo debería aprender a querer un poco, querer a una persona es querer lo mejor para ella. Ahora estoy muy bien. Siento que me estoy dedicando el tiempo que me merecía dedicar hace tiempo".