El torero Gonzalo Caballero permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital madrileño de San Francisco de Asis donde la pasada noche fue intervenido por segunda vez tras la grave cogida que sufrió toreando en Las Ventas en la corrida celebraba con motivo del día de la Hispanidad. El diestro se encuentra acompañado por su madre y sus dos tías, que siguen muy preocupadas por su situación. El primer parte médico facilitado por la clínica sostiene que el pronóstico es estable pero grave y que se encuentra sedado y conectado a respiración mecánica.
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La intervención duró más de tres horas y aunque ha concluído con éxito, los médicos están muy pendientes de la evolución de una de sus piernas ya que la cornada de entre 25 y 30 centímetros, seccionó la arteria femoral por lo que ha tenido que sometido a una reconstrucción de los vasos sanguíneos muy delicada. Además, de su familia, muchos de sus amigos no se han separado de su lado durante el transcurso de la operación.
- Victoria Federica, muy preocupada tras ver en directo la cogida de Gonzalo Caballero
Gonzalo, de 27 años, se enfrentaba al su primer toro de la tarde, Clavero, perteneciente a la ganadería de Valdefresno cuando al faena se torció. Al entrar a matar, el joven recibía una cornada en la ingle izquierda. Inmediatamente, su cuadrilla salto al coso para trasladarlo de inmedianto a la enfermería de la plaza donde fue intervenido por el doctor Máximo García Padros. Tras esta operación, fue trasladado al hospital San Francisco de Asis donde han tenido que intervenirle de nuevo. Victoria Federica, una de sus grandes amigas, también se encontraba en Las Ventas en ese momento y, según recoge ABC, no dudó en bajar al coso en cuanto observó que se lo llevaban a gran velocidad.
Es la segunda cogida a la que se enfrenta este año Gonzalo Caballero que ya sufrió una cornada en la en la cara externa tercio medio del muslo izquierdo durante la octava corrida de San Isidro en mayo. Como en esta ocasión, el diestro tuvo que ser intervenido en la enfermería de la plaza y posteriormente trasladado al hospital de la Fraternidad. Tras una semana recibió el alta, pero no fue hasta agosto cuando pudo reincorporarse a los ruedos ya que tuvo que pasar por una dura rehabilitación.
