Lejos de apaciguarse, las desavenencias entre Meghan Markle y su padre parece que van en aumento. El exdirector de iluminación de Hollywood ha vuelto a contraatacar después de que los duques de Sussex emprendieran acciones legales contra un medio de comunicación al considerar “una campaña despiadada” la publicación de una carta privada de la Duquesa. La misiva en cuestión iba dirigida a Thomas Markle que se encargó de desvelar su contenido por partes en el Mail on Sunday. En este mismo periódico, el exdirector de iluminación, de 75 años, ha declarado que lo hizo porque “tenía que defenderme”.
Según la versión de Thomas, mantuvo en secreto la carta durante seis meses y su intención no era hacerla pública. Sin embargo, se sintió obligado a revelar algunos de sus detalles cuando fue cuestionado por un “amigo íntimo” de Meghan en otra publicación. También asegura que no lo hizo por dinero. “Decidí publicar partes de la carta por el artículo de un amigo de Meghan en la revista People. Tenía que defenderme. Solo revelé algunas partes ya que otras eran muy dolorosas. La carta no me pareció amorosa. La encontré hiriente”, ha dicho al rotativo.
En el artículo de la revista americana se recogían datos como que Thomas Markle quería beneficiarse de la fama de su hija, entre otras cosas. Thomas también asegura que se quedó “devastado” cuando se hizo pública la existencia de la carta, que para él sonó más “a una despedida final” que a una oportunidad para reparar la maltrecha relación con su hija.
Fue la semana pasada cuando, a través de un comunicado, los duques de Sussex informaron que emprenderían acciones legales contra algunos medios. Sus asesores legales demandarán a varios medios “por la publicación intrusiva e ilegal de una carta privada escrita por la duques de Sussex, que es parte de una campaña de este grupo de medios para publicar información falsa e historias deliberadamente despectivas sobre ella, así como sobre su esposo. Ante la negativa de los periódicos a resolver este problema de manera satisfactoria, hemos emitido procedimientos para corregir esta violación de la privacidad, la infracción de los derechos de autor y la agenda de medios antes mencionada", según ha especificado un portavoz legal que representa a Meghan Markle, quien por cierto financiará junto a su marido de manera privada estas acciones. Los ingresos que pueda generar serán donados a una organización benéfica antibullying.
En el mismo comunicado, los Sussex explican que creen “en la libertad de medios. Lo consideramos la piedra angular de la democracia”. Sin embargo, lamentan que la Duquesa se haya convertido “en una de las últimas víctimas de una prensa sensacionlista británica que realiza campañas contra personas sin pensar en las consecuencias: una campaña despiadada que se ha intensificado durante el año pasado, durante todo el embarazo y mientras criaba a nuestro hijo recién nacido”. El miedo más profundo del Príncipe es "que la historia se repita. He visto lo que sucede cuando alguien que quiero se convierte en mercancía hasta el punto de que ya no es tratada o vista como una persona real. Perdí a mi madre y ahora veo a mi esposa ser víctima de las mismas fuerzas poderosas. Agradecemos al público por su continuo apoyo. Lo apreciamos. Aunque no lo parezca, realmente lo necesitamos", concluyen los Duques.
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