Iker Casillas regresa con Sara Carbonero y sus hijos a 'un lugar donde fui, soy y seré feliz'

El portero y la periodista, que se han enfrentado a graves problemas de salud que han cambiado por completo sus vidas, han disfrutado de unos días de descanso en Navalacruz

Por hola.com

Este verano está siendo muy diferente para Iker Casillas y Sara Carbonero. El portero y la periodista se han enfrentado a graves problemas de salud que han cambiado por completo sus vidas, pero se mantienen fuertes ante la adversidad. Tras pasar una larga temporada en Corral de Almaguer, el pueblo de Sara, la pareja ha disfrutado de unos días de descanso en Navalacruz, el pueblo del deportista, junto a sus dos hijos, Martín, de cinco años, y Lucas, de tres. Si hace unos días la periodista compartía con todos sus seguidores varias imágenes de su escapada a la piscina natural de esta pequeña localidad abulense, ahora ha sido el portero quien ha publicado una preciosa vista de Navalacruz junto al siguiente texto: "Un lugar donde fui, soy y seré feliz".  

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La familia Casillas Carbonero ha recargado pilas en mitad de la naturaleza y ha disfrutado de una agradable velada, aunque algo fresquita, como dijo Sara a sus seguidores, en la plaza del pueblo. El pasado sábado estuvieron en el concierto al aire libre del saxofonista Ismael Dorado y la periodista tuvo que sacar las botas de su armario y algún que otro jersey.

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El deportista, por su parte, capeó las bajas temperaturas que se registraron en Navalacruz con una sudadera, tal y como se observa en esta foto compartida por el músico en sus redes sociales. "Encantado de tocar para toda la gente de Iker Casillas en Navalacruz (Ávila). Que grande eres y a la vez que humildad", señaló Ismael Dorado.

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Casillas, que continúa recuperándose del infarto que sufrió el pasado 1 de mayo mientras entraba con el Oporto, reflexionaba recientemente sobre la difícil etapa que atraviesa. "Puedo con ello. Podemos con ello", decía tras anunciar que se retiraba temporalmente del terreno de juego para emprender una nueva etapa como parte del staff directivo de su equipo portugués. En sus palabras optimistas, el portero también se refería a la enfermedad de su mujer, que le obliga a seguir un tratamiento y a visitar regularmente el hospital Ruber Internacional de Madrid, donde la operaron a finales de mayo de un tumor maligno de ovario. "Ese momento de reflexión. Ese lugar que te atrapa y te impide moverte. Solamente observas el horizonte e imaginas cosas... fantásticas que llegarán", aseguraba.

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La periodista, de 35 años, tiene por delante una etapa complicada, pero cuenta con el apoyo incondicional de los suyos. "Las semanas transcurren entre médicos, pruebas, incertidumbres, maletas, mucha improvisación de última hora, ratos de alivio pero, sobre todo, están llenas de momentos muy intensos que estoy saboreando como nunca. De repente las cosas más cotidianas y banales del mundo han dejado de serlo para convertirse en instantes únicos y mágicos, muchos problemas se han ido de golpe", reconoció Sara junto a una fotografía de una rosa que, como ella misma explicó, le había traído su hijo Martín a la cama. "Siento a mi gente más cerca que nunca y me estoy riendo, creo que como jamás antes lo había hecho. Porque la vida es así, un cambio constante, un regalo precioso pero envenenado", concluyó. 

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