El programa Retratos con alma, presentado por Isabel Gemio, recoge semana tras semana las historias de mujeres que han conseguido alcanzar sus sueños a base de mucho trabajo, constancia y esfuerzo. En el último episodio ha intervenido Ainhoa Arteta, que ha hecho una dura confesión sobre un episodio que marcó su vida. "Esto no lo he contado nunca... Me sucedió en Nueva York al principio de estar allí en la carrera cuando vivía todavía en una zona que de día era el mercado de la carne y por la noche había prostitutas, drogas... Yo por la noche llegaba tarde porque estaba cuidando de una familia y tuve un episodio muy fuerte en mi vida, que me marcó muchísimo. Ya no solo fue violarme sino que casi me mata esa persona", ha desvelado la soprano, que estudió interpretación en el Actor's Studio de Nueva York.
En una de sus entrevistas más sinceras, Arteta ha hablado de cómo sucedió todo y cómo se enfrentó a este capítulo tan complicado. "Esto me ocurrió el día en el que me dieron mi primera ópera. Yo me iba a mi casa con la partitura de 'Clorinda', además me la tenía que aprender en cuatro días porque teníamos el debut en Palm Beach. Me ocurre esta situación y, al día siguiente, no tenía tiempo ni para hacer duelo ni para pensar en lo que había pasado. Obviamente la policía me dijo que, si no me habían matado, podía estar contenta. Es algo que te deja marcado toda tu vida".
La soprano también ha contado que sufrir aquella agresión la cambió para siempre: "Cuando alguien se me acercaba, solo por el mero hecho de acercarse, un approach hacia mí sexual, era la cosa que más me podía repugnar... lo he rechazado de manera muy contundente y hasta con mala educación". "Reconozco que mi sexualidad ha sido siempre un problema. Ahora lo puedo hablar, pero durante más de una década estuve sin poder verbalizar esta historia", asegura la artista, que tuvo quie ir a terapia: "He ido a muchos psicólogos, psiquiatras... me ha ayudado muchísimo y creo que esas terapias son necesarias cuando hacen falta. Pero en aquel momento tuve que aparcar el trauma y, la mente es tan poderosa, que a veces lo aparcas y es como si no te hubiera pasado. Pero luego hay momentos en tu vida en los que sale, y uno de ellos era cuando alguien intentaba ponerme las manos encima, de cualquier manera, yo saltaba como un auténtico león. Daba miedo, tengo que reconocerlo".
Durante su intervención en Retratos con alma Ainhoa, que el pasado 23 de junio contrajo matrimonio con Matías Urrea, también habló de cómo fue su infancia y lo segura que estaba de la meta que quería conseguir a nivel profesional. "Siempre cantaba en el coche con mi padre, y a los seis años descubrí, a través de un disco que me regaló él, cantar, bailar, actuar... que era Carmen. Y, desde entonces no sé si era mi sueño, pero era una necesidad. Mi sueño se ha cumplido con creces". "En aquel entonces, la economía no era lo más boyante que teníamos y sé que mi hermano, durante muchos, muchos años, estuvo con los mismos vaqueros, las mismas camisas... y cuando yo volvía de estudiar me daba cuenta. Se lo agradeceré infinitamente, porque mucha parte del que yo esté aquí fue la gran complicidad que tuve de los tres. Digo mis padres y mi hermano porque se sacrificaron los tres", aseguró.
"Eran tiempos complicados, justo antes de la Transición y durante la Transición, y, obviamente, nadie apoyaba o quería que un hijo hiciese este tipo de carrera. Pero en mi casa, mi padre, porque era músico profesional, y mi madre también era bastante artista, pero en el sector de la peluquería, con lo cual, los dos comprendieron que era algo muy fuerte en mí, y sé que en aquel entonces tuvieron que luchar contra muchas opiniones de: "¿Cómo vais a hacer esto?". Pero apostaron muy fuerte. También veían que yo era muy fuerte en la decisión y en mi determinación, sobre todo, con la música y con lo que hago yo con la música", afirma.
