La aristócrata y modelo británica Lady Kitty Spencer podría estar de nuevo enamorada. La sobrina de Diana de Gales, a sus 28 años, ha sido fotografiada junto al magnate del mundo de la moda Michael Lewis, de 60 años, con quien podría estar viviendo una historia de amor, desde el pasado verano, según publica el Daily Mail. El pasado mes de agosto, el tabloide británico descubrió el romance entre la joven y este millonario y propietario de la firma britanica Whistles.
La diferencia de edad no parece ser un problema para ambos, a pesar de que les separan 32 años y que él es seis años mayor que su padre, el conde Earl Spencer. Desde el pasado verano la pareja mantiene su romance en la más estricta intimidad. Sin embargo, unas fotos tomadas de la pareja a la salida del exclusivo The Mark Hotel, el mismo en el que Meghan Markle celebró su baby shower, vienen a dar nuevas pistas sobre su relación. La pareja en todo momento trató de evitar en todo momento ser fotografiados a la salida del hotel. Primero salió él y esperó en la acera, y solo cuando llegó su taxi, ella abandonó el hotel para unirse a él, y los dos abandonaron el lugar rápidamente.
La prima de los príncipes Guillermo y Harry anteriormente mantuvo una relación de cuatro años con otro hombre mayor, el magnate de la propiedad Niccolo Barattieri di San Pietro, de 48 años, con quien rompió en 2017, y posteriormente este comenzó a una relación con la actriz britanica Elizabeth Hurley. A Lady Kitty Spencer y su nuevo amor, Michael Lewis, podría haberles unido la moda, ya que la joven debutó sobre las pasarelas desfilando para Dolce & Gabanna en 2017 y un año después fue imagen de la firma de joyería de Bvlgary. Kitty Spencer se hizo con el título de mejor vestida en la boda de su primo, el príncipe Harry, con Meghan Markle, según los lectores de Hola.com.
Michael Lewis nació en Sudáfrica, es el dueño de la cadena de tiendas de ropa británica Whistles y tiene una fortuna valorada en 92 millones de euros. Es un hombre divorciado, padre de tres hijos, todos en sus 30 años, y es dueño de una mansión de 22 millones de euros en el centro de Londres, donde también se ha visto frecuentar a Lady Kitty.
