Donald Trump y su mujer, Melania, ha cumplido un año más -y ya van dos- con la tradición de inaugurar el árbol de Navidad situado frente a la fachada sur de la Casa Blanca. Se trata de una mítica ceremonia que tiene lugar todos los años y durante la cual se procede al encendido de luces y, posteriormente, tienen lugar varias actuaciones musicales en directo en las que las canciones navideñas y los villancicos son los auténticos protagonistas.

El matrimonio no ha estado solo. Le han acompañado dos de sus hijos, Donald Jr. y Tiffany. El hijo mayor del presidente estadounidense ha acudido al acto con su nueva pareja, la presentadora de Fox News Kimberly Guilfoyle, con la que comenzó una relación tres meses después de anunciar su divorcio de Vanessa. 

Durante el acto, Donald Trump protagonizó un gesto de lo más generoso y lleno de caballerosidad al ceder a su esposa el honor de pulsar el interruptor con el que se encendían las luces navideñas. Así, tras una cuenta atrás iniciada por el presidente y que el público coreó, Melania Trump iluminó el árbol de Navidad en verde y rojo, los colores elegidos para su decoración.

Fue poco después de ese gran momento cuando los ojos de Melania Trump se llenaron de lágrimas. Pero no sólo la primera dama vivió emocionada este solemne acto. También su marido fue captado por las cámaras secándose con un pañuelo. No es de extrañar, teniendo en cuenta que durante su discurso dedicó unas palabras a los afectados por los incendios forestales y los huracanes que han arrasado el país en las últimas semanas. "Esto es Estados Unidos. Somos los mejores del mundo y nadie está ni siquiera cerca", comentó Donald Trump.

"¡Feliz Navidad!", exclamó Donald Trump tras la inauguración del encendido de las luces, que iluminan ya los 56 árboles más pequeños que rodean el tradicional gran árbol y cuyos adornos han diseñado varios estudiantes pensando en cada uno de los 50 estados del país y en los diversos territorios, como Puerto Rico.

Para la ocasión, en la que se da el pistoletazo de salida a la temporada navideña, Melania Trump volvió a apostar sobre seguro, tal y como hizo el año pasado, con un look monocolor en blanco y beige formado por jersey de cuello alto, abrigo cruzado con cinturón, guantes y botas altas por encima de la rodilla y de tacón muy fino. Con su estilismo volvió a ser, una Navidad más, la 'Reina de las Nieves'.

Poco antes de la inauguración del encendido de luces, la primera dama mostró la decoración navideña que ha diseñado este año para la Casa Blanca. El rojo es el gran protagonista de una ornamentación que se engloba bajo el lema 'Tesoros de Estados Unidos' y que pretende servir de homenaje al patrimonio de los americanos. "Nuestro tema honra el corazón y el espíritu del pueblo estadounidense". Así, los símbolos nacionales, el rojo, el azul y el blanco dominan cada una de las estancias de la residencia presidencial.

No faltan, por tanto, las guirnaldas verdes con lazos rojos, las miles de luces y los centenares de árboles, algunos de ellos rojos, como los cerca de 40 que se ubican en la columnata este de la Casa Blanca. En total, han sido necesarios más de 14.000 adornos navideños para convertir la vivienda de Donald Trump en un auténtico museo que incluye, incluso, una reproducción mini de la Casa Blanca en jengibre, una bola dedicada al expresidente George Washington o una corona hecha con lápices.