Así fue la puesta de largo de Eugenia Martínez de Irujo hace 32 años, ¿seguirá Cayetana sus pasos?

Echamos la vista atrás para descubrir qué podemos esperar de la gran fiesta que hoy veremos en La Pizana

Por hola.com

La puesta de largo de la única hija de Cayetana Fitz-James Stuart fue uno de los acontecimientos sociales más relevantes de los que tuvieron lugar en el año 1987 en Sevilla. Algo que volverá a suceder 32 años después, esta vez con Cayetana Rivera como gran protagonista. La Pizana, la finca que la Duquesa de Alba dejó en herencia a la Duquesa de Montoro, será el lugar en el que esta tarde noche se produzca la presentación en sociedad de Tana casi un año después de cumplir la mayoría de edad.

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Será una celebración por todo lo alto, como lo fue la de su madre, que recibió a cerca de un millar de invitados en el palacio de las Dueñas, la residencia que Cayetana Fitz-James Stuart en la capital hispalense, entre los que no faltaron grandes de España, artistas, sus jóvenes amigos, así como representantes de la vida económica y cultural española. Entre estas personalidades, un nombre especialmente llamativo, el de Carmen Ordoñez, que años después se convertiría en suegra de Eugenia al casarse con Francisco Rivera. Entonces acudió a la fiesta sin, seguramente, prever la relación que había de unirlas con el paso del tiempo.

Cayetana también reunirá a sus jóvenes amigos, así como a grandes personalidades, aunque el lugar escogido no será el palacio de las Dueñas sino la casa en la que vivió en sus primeros años de vida junto a sus padres. "La Pizana, a la que he venido desde que era una niña a montar a caballo, es un lugar cercano y muy presente en mi vida. Además, mi madre, que se encargó de todo, la arregló y decoró para nosotros. Para que empezáramos nuestra vida en ella. Francisco y yo, simplemente, nos hemos limitado a traer regalos de boda, ropa y objetos personales", confesaba Eugenia a ¡HOLA! tras su enlace matrimonial con el torero.

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Sin duda, una puesta de largo merece el mejor de los estilismos, algo que imaginamos que Cayetana habrá pensado mucho estos días. La Duquesa de Montoro escogía en aquella ocasión un precioso vestido negro hasta los pies de aire andaluz con el que rompía la tradición que, en la época, marcaba que en las puestas de largo se debía vestir de color blanco y con el que escandalizó incluso a su propia madre.

Siempre sonriente, Eugenia abrió el baile a las dos y cinco minutos de la madrugada, junto al que entonces era duque de Alba, Jesús Aguirre, mientras la Duquesa observaba orgullosa a su única hija. Poco después fue su hermano Cayetano Martínez de Irujo quién saldría a la pista para bailar con la debutante. "Estoy tan contenta como emocionada, tan emocionada como contenta y feliz de vestir de largo en el mismo lugar donde lo hizo mi madre", aseguraba la Duquesa de Montoro el día de su puesta de largo. 

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