Las mil maneras de decir 'te quiero' de Eugenia Martínez de Irujo a Cayetana Rivera

Desde 'se me cae la baba' cuando su hija era tan solo un bebé a 'eres lo mejor de mi vida' cuando está a punto de celebrar por todo lo alto su mayoría de edad..., el amor de madre de la Duquesa de Montoro a través de sus declaraciones

Por Martín Álvarez C.

La puesta de largo que en unas horas acogerá el cortijo de La Pizana es la última demostración de amor de Eugenia Martínez de Irujo a Cayetana Rivera. La Duquesa de Montoro ha organizado con sumo mimo una fiesta para la presentación en sociedad de su hija en la que no ha faltado ni la larga lista de cientos de invitados ni ninguno de los demás ingredientes (el menú, la decoración floral, la música, el vestido de debutante...) que hacen de una velada especial una de antología. Ha supervisado cada uno de los detalles de la celebración durante muchos meses, igual que hiciera la Duquesa de Alba en su día, y ha tirado la casa por la ventana, sin reparar en gastos en su regalo, siguiendo una bonita tradición de madres a hijas. 

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Es la última; la enésima muestra del cariño que siempre ha pregonado. Cuando Tana era solo un bebé, la Duquesa confesaba en una entrevista en exclusiva a HOLA.COM que se le caía la baba con su pequeña: “La maternidad es un sentimiento increíble. Algo que no te imaginas -por mucho que te hablen de ello- hasta que no lo vives. Estoy tan feliz y se me cae tanto la baba con Cayetana que aprovecho hasta el más pequeño de los momentos para estar con ella”. Ya era plenamente consciente en aquellos primeros años como madre de que “su ratón”, como gusta llamar a su hija, había cambiado su visión del mundo –“desde que nació, soy más miedosa y sensible”-, y que no había remedio ni vuelta atrás: “Yo era de las que me pasaba el día diciendo: ‘No pienso pasar ni una. Seré muy estricta porque no soporto un niño mal educado’. Ahora hablo menos. Los hijos te ganan la mano con mucha facilidad”.

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Ha sido la más feliz compartiendo cada instante de estos dieciocho años de la vida de Cayetana y transmitiéndole su savia tanto en los aspectos más profundos como en los más externos: “Me encanta vestir a mi hija así, hippy, como me visto yo. Aunque mi madre es más de trajecitos de toda la vida, le gusta también cómo visto a su nieta”, confesaba entonces. Y el tiempo le ha dado la razón: “Lo mejor que he hecho; orgullosa de ti”, clama su pasión de madre ahora en las redes sociales. El orgullo es mutuo. A menudo los hijos son reflejo de sus padres y hoy, a punto de celebrar por todo lo alto su mayoría de edad, no cabe duda de que Tana se mira en el espejo de Eugenia.

Y la Duquesa, que no deja de ser madre por mucho que crezca su hija, seguirá dejando constancia de su amor a “su niña preciosa”, a “su bombonazo”, a “su todo”, cuando venga al caso (cumpleaños, santo, Fin de Año, vacaciones, viajes…) y cuando le salga del corazón solo porque sí con las fotos más bellas de la joven y sus palabras más sentidas en su cuenta de Instagram. Sumándose una tras otra a las mil maneras de Eugenia de decirle “te quiero”.

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