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Cayetana Rivera está radiante a sus 18 años recién cumplidos. Tana, como la llaman cariñosamente sus familiares y amigos más cercanos, posee una poderosa carga genética de sus abuelas, Carmen Ordóñez (tiene muchos gestos de ella, como la manera de colocarse el pelo) y la Duquesa de Alba (ha heredado la gracia, la vena creativa y la afición por el flamenco y la Feria de Abril). De su padre, Francisco Rivera, lleva la pasión por la Semana Santa, el Rocío y por los toros, acompañándole desde niña en sus tardes de triunfo. De su madre, Eugenia Martínez de Irujo, porta en los genes su bohemia y su aventura.
A pesar de que confluyan en ella dos estirpes legendarias, por el momento, tan solo piensa en ser una chica normal de su edad. En sus últimas apariciones públicas se ha mostrado muy discreta, tan en su forma de ser como de vestir, haciendo gala de un estilo a medio camino entre el clasicismo y el aire boho chic que caracteriza a su madre.
Eugenia y Cayetana están tan unidas que en ocasiones comparten el mismo 'look'. Hace unos días, durante el homenaje que se rindió en Sevilla a Remedios Amaya, madre e hija lucieron los mismos zuecos de madera. Eso sí, cada uno los combinó de diferente manera. La duquesa de Montoro con un maxivestido de estampado étnico, y Cayetana con un top de paillettes negro y plateado y vaqueros azules de pata ancha.
A esta coincidencia, sumamos otra. Eugenia y Cayetana llevan unas originales trenzas en su cabello, tal y como pudimos ver a su llegada a Madrid, un momento en el que contó amablemente a la prensa cómo había vivido las celebraciones por su cumpleaños.
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El pasado 16 de octubre, con motivo de la mayoría de edad de Cayetana, sus padres recurrieron a las redes sociales para felicitarla. "Siempre serás mi cachito de cielo, esa bebé que se dormía en mis brazos cuando montábamos a caballo, siempre me quitarás el sueño. Estoy tan orgulloso de ti... solo espero que te den la oportunidad de escoger tu vida", publicó Francisco en su cuenta de Instagram junto a una foto de la celebración del cumpleaños. Eugenia, por su parte, escribía horas más tarde: "Felicidades a la que más quiero del mundo. Lo mejor que he hecho en mi vida".
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