Sara Carbonero comparte la experiencia de su viaje solidario a Senegal

La periodista ha recordado en su blog los días que pasó en África donde conoció de primera mano la labor de UNICEF

Por hola.com

"Dicen que los viajes se disfrutan tres veces: cuando los soñamos, cuando los vivimos y cuando los recordamos", asegura Sara Carbonero en su perfil de Instagram. Y eso es precisamente lo que la periodista ha querido hacer al compartir en su blog la experiencia de su viaje solidario a Senegal de la mano de UNICEF del que regresó hace una semana y en el que vivió en primera persona la situación de la infancia y la maternidad en ese país. 

Pasados ya unos días y una vez "digerido todo lo que vimos" la mujer de Iker Casillas ha contado a sus lectores con más detalles esta vivencia como "el viaje". "Cuando UNICEF me propuso viajar a Senegal sentí una mezcla de alegría, nervios, vértigo… Era mi oportunidad soñada, siempre había querido hacer un viaje así pero no veía el momento", cuenta en su blog. "Creo que tardé como mucho dos horas en tomar la decisión. La respuesta ya la sabéis", continua. 

El 18 de septiembre voló de Oporto a Madrid donde se encontró con las compañeras que la acompañarían en esta aventura. Después de cuatro horas llegaron a Dakar. Al día siguiente su primera parada fue en la sede de UNICEF en la capital senegalesa donde Sara se quedó impactada con las "estadísticas demoledoras sobre la infancia y la maternidad en Senegal". Seguro que ella, como madre de dos niños pequeños, está muy sensibilizada con estos asuntos. Además de esto "también hablamos de otros temas importantes como son el matrimonio infantil que afecta a 1 de cada 3 mujeres y la vacunación infantil". 

Después de esta reunión la informadora fue al centro hospitalario Albert Royer a conocer la "Unidad Canguro" un método que para ella "no era desconocido. "Una de mis mejores amigas tuvo mellizas hace algo más de dos años y nacieron prematuras. Tuvieron que pasar aproximadamente sesenta días en el hospital hasta que cogieron el peso suficiente y recuerdo perfectamente verlas acurrucadas en el pecho de mi amiga sin separarse de ella durante horas". Sara recuerda en su blog el caso de Dieynaba Salla, una mujer "que tuvo mellizos pero uno de ellos no sobrevivió y el otro continuaba en estado crítico. No voy a olvidar la mirada de esa mujer mientras nos hacía la demostración con Adam, el bebé superviviente. Sus ojos desprendían una enorme tristeza como si temiera por la vida de su pequeño", escribe la periodista con palpable emoción.

En ese mismo hospital Sara pudo conocer a "los cuatrillizos de la esperanza". "Abdou Khadre, Lamine, Falilou y Awa, cuatro bebés hermanos que nacieron prematuros y que habían sobrevivido gracias en parte a la generosidad y la implicación de toda la familia". Su periplo continuó en el almacén de suministros de UNICEF donde encontró desde "kit de desarrollo temprano, el alimento terapéutico listo para usar que sirve para combatir la desnutrición aguda grave, jabón, kits de higiene, pastillas potabilizadoras…Cosas sencillas que salvan vidas". "El ser capaces de oler y tocar toda esa ayuda materializada nos hizo marcharnos del almacén con un buen sabor de boca. No duró mucho", dice con contundencia. 

- El solidario viaje de Sara Carbonero a Senegal

Otra de las etapas de su viaje, que la marcó, fue La Maison Rose "una casa de acogida que da cobijo a niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual, psicológica y física, matrimonio infantil y abandono (...) Cuando nos dimos cuenta estábamos rodeadas de niñas en busca de un abrazo, una caricia o cualquier contacto físico. Eso me llamó mucho la atención, la necesidad que tenían de palpar y de sentir". 

Su tercer día empezó con la visita al centro de salud Keur Massar donde vistió las áreas de planificación familiar, atención prenatal, partos y actividades de vacunación. Antes de marcharse Sara fue testigo de un momento único, "la vida en estado puro", como ella misma se refiere. "Antes de marcharnos llegamos a una sala donde una mujer acaba de dar a luz hace menos de una hora. Está tumbada en una camilla y con una sonrisa nos dice que entremos. Muy cerca, su bebé, una niña preciosa acaba de ser pesada y está siendo revisada para saber que todo está bien. La niña no tiene nombre, se lo pondrán justo siete días después en la ceremonia de su bautismo. El motivo es que al cumplir una semana ya habrá vivido un día de cada y se considera que tiene más opciones de sobrevivir". "La paz del momento se interrumpió de golpe con los gritos de otra mujer que estaba a punto de dar a luz en la sala de al lado y se sujetaba fuerte la tripa por el dolor de las contracciones", unas experiencias que le pusieron "las emociones a flor de piel" y que seguramente  la it girl nunca olvidará. 

Sara también estuvo en la región de Kaolack a 180 kilómetros de Dakar "con el corazón encogido observado el paisaje de pobreza extrema" donde pasó su última noche que "nunca olvidaré" y donde vivió un episodio nada agradable: "Fue la primera vez en mi vida que tuve una sensación parecida a la ansiedad, a la falta de aire y no me refiero a los 45 grados que teníamos. Era como si a pesar de poder usar el teléfono, estuviera totalmente aislada y desconectada de mi familia, de los niños… como si estuviera en medio de la nada…", detalla. El cuarto día en Senegal lo aprovechó para conocer el trabajo del Comité de Madres de Paos Koto, un enlace entre la comunidad y los agentes de la salud. Ya por la noche cogió un avión de vuelta a casa. 

El blog de la influencer termina en el "día 7 post viaje" en el que "me he despertado pensando ya que ha pasado una semana desde que regresé de Senegal y de alguna manera "volví a nacer". También aprovechó para dar las gracias a UNICEF por esa oportunidad y "a todas las personas senegalesas que he conocido en este viaje el haber podido ser testigo de su generosidad, su fuerza, su empatía, su espíritu de lucha y supervivencia, sus ganas de trabajar, de no renunciar a una vida digna, su concepto de la palabra “familia”, sus risas, sus bailes, su talento, su alegría…Gracias. Cada vez que pasee a orillas del Océano Atlántico aquí en Oporto me acordaré de que es el mismo mar que veis vosotros y eso me hará sentiros cerca", unas palabras llenas de sentimiento y que le han dejado tan buen recuerdo que termina su publicación con un "¿Cuándo volvemos?" dejando claro que este viaje, a pesar de haber sido una experiencia difícil también ha sido de lo más enriquecedor.