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Nick Clegg, el que fuera vicepresidente del Reino Unido, y su mujer, la española Miriam González, han roto su silencio para hablar del cáncer que padece uno de sus tres hijos. Antonio, de 14 años, fue diagnotiscado con linfoma de Hodgkin en septiembre de 2016. El matrimonio habló en el programa de la televisión británica Lorraine del sobrecogedor momento en el que le dijeron que su hijo sufría cáncer. Después de meses de tratamiento con sesiones quimioterapia, su enfermedad está en remisión y sus padres han hablado públicamente por primera vez de ello para ayudar y poder recaudar fondos para la organización Bloodwise, que desde 1960 investiga este tipo de enfermedad.
Miriam, la esposa del politico británico que ejerce la abogacía en Londres, reveló cómo ocurrió todo. "Le llevé al médico después de verle un bulto muy, muy pequeño en el cuello”. En realidad “el llevarle fue un golpe de suerte porque inmediatamente vio que podía ser algo más grave, y fue un linfoma", explicó. Nick recordó en ese instante cómo fue su reacción al saber que su hijo tenía cáncer. “Es como una palabra bomba, ¿no? Ciertamente si no estás familiarizado con esto, como nosotros no lo estábamos, la reacción fue irracional, sólo tienes ese deseo casi físico de tratar de quitárselo a tu hijo y tenerlo tú mismo. A continuación rápidamente te metes en los detalles bastante cruentos del tratamiento".
Nick Clegg reconoció durante la entrevista que “los avances en la ciencia han sido notables por supuesto", pero el tratamiento sigue siendo brutal. "Básicamente es envenenar tu cuerpo con productos químicos muy potentes y drogas para matar las células cancerosas y tiene enormes efectos secundarios, como la pérdida de cabello, vómitos y náuseas. Hasta tal punto que llegó a ser neutropénico, lo que significa que su cuerpo no tenía defensas contra la infección”.
Afortunadamente su hijo ha afrontado con gran valentía y coraje su enfermedad. "Los niños son simplemente extraordinarios, son tan resistentes y lo trataron en el NHS en una unidad de cáncer de adolescentes en un hospital, en la UCLH de Londres. Fueron maravillosos, las enfermeras, los médicos todo el mundo fue brillante", asegura su padre. "Curiosamente, lo que más le preocupaba era quedarse atrás de sus compañeros de clase, su ansiedad era estar más cerca de sus compañeros de clase, seguir en la escuela, así que fue realmente impresionante".
El político admite que ahora mira la vida desde otra perspectiva: “Tienes tu trabajo y tienes todo tipo de cosas en tu vida, pero cuando algo así sucede, se convierte en el único principio, objetivo, sólo para asegurarse de que está mejor", dijo. "Su linfoma estaba en todo su pecho y su cuello y se hace la prueba cada tres meses creo que durante un par de años, por lo que siempre sufrimos un ligero pico de ansiedad cada tres meses, pero básicamente está en el camino a la recuperación"
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