Durante cuatro años apenas hemos sabido nada de Mónica Cruz, que estaba dedicada en cuerpo y alma al cuidado de su hija Antonella. Ahora, tras un verano cargado de trabajo, la actriz, bailarina y modelo ha vuelto a retomar su carrera cargada de nuevos proyectos. Como imagen de un nuevo maquillaje, la hermana de Pénelope Cruz se mostraba orgullosa de ser madre soltera y admitía que lo más complicado, hasta ahora, de la maternidad ha sido encontrar una mujer de confianza que la ayudase en el cuidado de su pequeña.
Una pequeña que ya no lo es tanto y que comienza a seguir los pasos de su madre. "A mi hija le encanta el ballet y creo que tiene mucha facilidad para ello. Desde el año pasado ya está en clases y le gusta mucho", confesaba Mónica a la vez que admitía que ha comenzado a ponerle vídeos suyos de su etapa de bailarina.
Y es, tras un largo tiempo alejada, la pequeña de los hermanos Cruz ha vuelto a enamorarse de su profesión de bailarina gracias a su papel en Velvet Collection, donde dará vida a Carmela Cortés, una bailaora flamenca muy famosa que acude a las galerías para renovar su vestuario. "El rodaje ha sido muy intenso. Estoy enamorada de mi personaje. Es maravilloso y me ha devuelto mi amor por el ballet", confesaba tras finalizar el rodaje la semana pasada.
Al rodaje de la serie de Movistar+ se ha unido su nuevo proyecto en El Hormiguero, donde tiene la sección Mónica cool en el programa de Pablo Motos. En él la intérprete de 40 años enseña a los espectadores cómo sobrevivir a las últimas tendencias y habla del lado oscuro de ser 'cool'. Un espacio que en su debut, en el que mostró a la audiencia mostrar cómo ir al baño con un vestido largo, generó un debate en redes y obtuvo algunos comentarios negativos por considerarlo machista.
A pesar de que Mónica comienza este septiembre con numerosos proyectos profesionales, la actriz reconoce que no quiere estar todo el día fuera de casa porque quiere seguir muy volcada en su papel de madre. "Para mí es muy importante bañarla, echarle la siesta… que su rutina no se vea afectada". De hecho, confesaba que durante los tres primeros años de Antonella, no tenía ganas de otra cosa que no fuese su hija. "Siempre me decían qué saliese a cenar, pero durante tres años no he querido hacer otra cosa que estar con ella. No me apetecía", admitía.
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La actriz no descarta ser madre de nuevo, aunque todo dependerá de cómo vayan las cosas. Mónica, que hizo un alto en su carrera para disfrutar al máximo de la maternidad, ha retomado su carrera con fuerza y muchas ganas: "Es muy difícil compaginar todo y, aunque me encantaría tener otro hijo, ahora estoy en un momento de retomar mi trabajo".
