Pensar en Harrison Ford significa evocar de manera casi automática la imagen de Indiana Jones o Han Solo, los papeles que le catapultaron a la fama y por los que más recordamos al mítico actor. No obstante, el actor tiene a sus espaldas una carrera de más de 50 años con multitud de títulos inolvidables.
Comenzó su andadura en el mundo de la interpretación a mediados de los años 60 y después de varios años sin tener demasiada suerte, decidió abandonar para dedicarse a la carpintería. Pero, por gracia del destino George Lucas se cruzó en su camino y el resto ya es historia del cine. Las míticas sagas de ‘Star Wars’ e ‘Indiana Jones’ han sido las que, sin duda, más reconocimiento han otorgado a Ford, pero no debemos olvidar otros papeles no menos importantes que también han hecho de él uno de los actores más importantes y queridos por el público.
Cuando su éxito no había hecho más que despegar, en 1982 protagonizó ‘Blade Runner’, uno de los grandes títulos de ciencia ficción de todos los tiempos. Aunque no se trataba de la primera opción para Ridley Scott, se hizo con el papel por recomendación de Steven Spielberg, su director en Indiana Jones. En ella encarna a Rick Deckard, y aunque no es un éxito de taquilla en aquel momento, el film se convierte en una película de culto con el paso del tiempo.
Unos años después, su carrera daría un giro al dejar de protagonizar papeles de acción en superproducciones. De este modo, en ‘Único testigo’ (1985) da vida a John Book, un policía encargado de la protección de un joven amish. Se trata de una de sus actuaciones más comprometidas y que le supone su primer reconocimiento como actor serio.
En la misma línea intimista y bajo las órdenes del mismo director, Peter Weir, tres años después Ford hace la que para él es su mejor interpretación en ‘La costa de los mosquitos’, dando vida a un inventor maniaco que, absorbido por sus ideales, huye de la civilización para encontrar una vida mejor en la jungla. Tras esta producción, ‘Frenético’ (1988) y ‘A propósito de Henry’ (1991) confirman su predilección por papeles más contenidos.
Pero su participación en sagas de acción no finalizaría con las mencionadas anteriormente. Y es que en 1992 acepta protagonizar al héroe Jack Ryan en ‘Juego de patriotas’ y en su secuela ‘Peligro inminente’ (1994), suponiendo ambas un gran éxito. Tras ellas se mantiene en el cine de aventuras con el papel de Richard Kimble en la adaptación cinematográfica de la famosa serie ‘El Fugitivo’ en 1993.
Años después, ‘Lo que la verdad esconde’ (2000) descubriría una nueva faceta en Harrison Ford muy alejada de su característico rol de héroe. Y es que, por primera vez en su carrera, el actor encarna uno de sus escasos papeles de ‘malo’, toda una novedad para él. Se trata de un thriller fantástico que homenajea al cine de Alfred Hitchcock.
Su extensa filmografía abarca todos los géneros, incluyendo también la comedía romántica con títulos tan inolvidables como ‘Armas de mujer’ (1988), el remake del cásico ‘Sabrina (y sus amores)’ (1995) o ‘Seis días y diete noches’ (1998). Y es que, como el seductor nato que es, Harrison Ford sabe cómo conquistar a su público.
