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A estas alturas, cuando ya se han cumplido los tres primeros meses de la “Era Trump”, a pocos les quedan dudas sobre la importancia de Ivanka Trump en el nuevo gobierno. La hija favorita del Presidente de los Estados Unidos ha creado una figura sin precedentes la de “Primera hija”. A sus 35 años está instalada en un despacho en la Casa Blanca, presente en las reuniones de más alto nivel y junto a su marido, Jared Kushner –consejero del gabinete-, forman la pareja más joven y poderosa de América. Pero, ¿a cuánto asciende su fortuna?
Esta semana fue la propia Casa Blanca la que publicó las declaraciones financieras de varios de sus altos cargos, entre ellos la del “yerno de América”. Kushner, que comparte la mayoría de sus posesiones con su esposa, Ivanka Trump, la hija favorita del presidente, tiene un imperio inmobiliario y financiero valorado en 741 millones de dólares (más de 695 millones de euros), de acuerdo con el diario The New York Times, que analizó las 54 páginas de su declaración.
Esta cantidad parece ser solo una pequeña parte de la fortuna del matrimonio ya que Ivanka todavía no ha hecho públicas sus inversiones, al ser nombrada personal de la Casa Blanca recientemente y tener un plazo de 30 días para entregar esa información. Por otro lado, el citado medio recuerda que todavía tiene en sus manos algunas de las acciones de las empresas Trump, como la del Hotel Trump de Washington D.C., a pesar de que se apartó de la mayoría de sus negocios tras la victoria de su padre.
Esta operación, necesaria para acceder a la Casa Blanca, fue la misma que hizo el propio Trump, dejando su imperio en manos de sus hijos Donald y Eric, y también Jared Kushner, que además de ser el editor más joven de la Gran Manzana había levantado un imperio inmobiliario que ahora está en manos de sus socios. Un negocio que –según The New York Times- depende de inversión extranjera de fuentes no reveladas.
Ivanka ha estado presente en la visita del Primer Ministro japonés, en la del Presidente de Canadá, en la conferencia de prensa con el Primer Ministro israelí y se ha sentado a la derecha de Angela Merkel, además de asistir a numerosas visitas con empresarios y a la firma de varias órdenes presidenciales, todo ello sin dejar de ser la “princesa de la Quinta Avenida” y la "it-girl" que ha sido durante la última década. La hija de Trump ha lucido sus propios diseños en encuentros políticos–lo que costó algunas críticas por aprovechar esa publicidad- y logró con maestría darle "la vuelta a la tortilla”, mientras algunas empresas quisieron vetar sus productos, los seguidores Trump hicieron que sus ventas se dispararan hasta un 300%. Hagan juego y digan una cifra, aunque el valor total de este matrimonio es difícil de calcular.
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