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Un año más, el espíritu más navideño ha conquistado Madrid con la tradicional Carrera de Papá Noel. Ni el desapacible tiempo de primera hora, con frío y lluvia, ni el horario de este año (el pistoletazo de salida estaba previsto a las 9:00 horas), han detenido a los 10.000 corredores que, disfrazados con sus trajes rojos y blancos han inundado durante casi toda la mañana las calles de la capital.
Pero no fue todo correr durante este evento patrocinado por ¡HOLA!. Antes de darse la salida, la organización desplegó un vistoso desfile de banderas –en esta edición de la Carrera han sido más de 60 las nacionalidades representadas-, seguido por una enorme carroza en la que el protagonista era el trineo de Papá Noel, que finalizó con un baño de nieve artificial que daba comienzo a la carrera en el Paseo de Recoletos.
Desde ahí, los "Papás Noel" recorrieron junto a los pequeños elfos que les acompañaban –los niños iban disfrazados de verde- los 6 kilómetros de los que constaba una carrera que, más que una prueba deportiva, es una fiesta con mayúsculas.
La línea de meta esperaba a los ganadores de la prueba, en la que más que ganar, lo importante es disfrutar del ambiente festivo, dar la bienvenida a la Navidad y colaborar con la Fundación Esclerosis Múltiple con los 10.000€ recaudados.
En la categoría masculina, el primero de todos ha sido Miguel Arcones (21:00 minutos), del club Run Academy, seguido de Javier Martín (21:34) y Fernando Ortiz (21:58), mientras que en la femenina la más rápida ha sido Carlota Jourón (24:51), que ya había triunfado en años anteriores en las pruebas para elfos. Le han seguido Paula Díaz (25:12), quien se ha adelantado a Lidia del Carmen y a Lorena Nicodemus (25:36), ambas terceras.
Pero no todos los premios se los han llevado los adultos. También ha habido premios para los elfos. Los más pequeños de la casa – en su categoría de menos de 12 años- también se han esforzado por subirse al pódium. Daniela Cervantes (26:57) y Carlos Jiménez (27:31) han sido finalmente los vencedores.
Esta cita ya es todo un clásico en los diciembres de Madrid y, aunque el origen de Papá Noel es cercano al Círculo Polar Ártico, sabemos que en el asfalto de la capital se siente como en casa.
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