El alemán Nico Rosberg (Mercedes) se proclamó este domingo por primera vez en su carrera campeón del mundo de Fórmula 1. Poco tiempo después, anunciaba en Viena de forma inesperada el final de su carrera deportiva. Su objetivo: volcarse en su familia.
En un comunicado emitido en su página de la red social Facebook, el corredor, de 31 de años de edad, indicaba que tomó la decisión “siguiendo a su corazón” el pasado lunes, tan sólo un día después de proclamarse campeón en la carrera de Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos).
"Desde hace 25 años que estoy en las carreras, mi sueño, lo único, ha sido convertirme en campeón de Fórmula Uno”, ahora que lo ha conseguido, su siguiente paso “es ser padre y esposo", confesaba en el comunicado.
Fue precisamente con su familia con quien Rosberg celebró su triunfo en un primer lugar, con sus padres, Keke y Sina Rosberg, y su mujer Vivian Sibold, una de las primeras en felicitarle. “Estoy muy orgullosa de ti, eres increíble”, le dijo a través de la radio. “Lo hemos conseguido”, respondió Rosberg. Instantes después, se abrazaron a los pies del podio mientras caía sobre ellos una lluvia de champán. “Mr & Mrs World Champion 😉”, publicó el piloto en su cuenta de Instagram junto a esta foto.
Pero no fue la única. Rosberg siguió celebrando su título con Vivian y su hija Alaïa. "Poco a poco me voy dando cuenta de lo que ha ocurrido. Supongo que ahora tengo una tercera copa 😍😍😍", escribió.
Nico Rosberg y Vivian Sibold se casaron el 11 de julio de 2014 en Mónaco, principado en el que Rosberg tiene fijada su residencia desde niño. "Estamos en la Luna. Fue muy especial compartir el día de nuestra boda con nuestros familiares y amigos más cercanos", publicó entonces el piloto en Twitter. Con este enlace, la pareja ponía el broche de oro a su historia de amor tras más de 11 años juntos. Una felicidad que se vio multiplicada el 31 de agosto de 2015 con el nacimiento de su hija. La niña vino al mundo en el Hospital Princesa Gracia de Mónaco y sus padres decidieron llamarla Alaïa, “un nombre vasco que significa alegría”, según explicó el piloto en sus redes sociales.
"En mi casa primero es la niña", decía en los días previos a la carrera de Abu Dabi. "Luego está mi mujer, el perro... y al final yo", bromeaba Rosberg. El nuevo campeón del mundo de Fórmula 1, además de ser una persona muy familiar, habla cinco idiomas, es un apasionado del ajedrez, la fotografía y en sus ratos libres se divierte cantando en el karaoke.
