Con solo seis años, ya aprendía música clásica, con ocho, su profesora de piano, Noriko Hakita, ya la introdujo en el mundo del jazz. El resultado: una pianista poliédrica que sobre el escenario despliega una energía arrebatadora. Gracias a ella, la tercera edición del Festival Internacional de Jazz de Madrid no pudo tener un comienzo más apasionante. La pianista japonesa Hiromi Uehara (nacida el 26 marzo de 1979 en Hamamatsu) fue la encargada el pasado martes de colgar el cartel de “no hay localidades” en el auditorio del centro cultural Conde Duque, abriendo así una más que suculenta programación que se prolongará hasta el próximo 30 de noviembre por distintos espacios de la capital.
La pizpireta artista nipona, que llegaba a su cita madrileña para presentar el cuarto disco de estudio de The Trio Project, formación que sobre los escenarios completan el mítico batería Simon Philips y el bajo de Jimmy Johnson, volvió a lucir el talento y el virtuosismo que le ha valido la admiración de público y crítica desde que con diecisiete años el mismísimo Chick Corea la invitara a improvisar junto a él en la edición del festival de jazz de Tokio en 1996. Alumna aventajada de la prestigiosa universidad de Berklee y de figuras tan imponentes del jazz como Ahmad Jamal u Oscar Peterson, Hiromi Uehara ha logrado mantenerse, desde su debut en 2003, como una de las figuras más impactantes de la escena del jazz actual.
Sobre las tablas, la música de Hiromi es pura energía. Conforme las notas fluyen por su sistema nervioso, no puede reprimir ponerse en pie, bailar o patalear al tiempo que su piano recorre sin reparos los caminos serpeantes que unen su jazz espídico, con los sonidos de la música clásica o del rock progresivo. Una efusividad que viene acompañada por una sobrecarga de virtuosismo que consigue llegar a los oídos del espectador con una ligereza que roza lo irreal, y que comparte con sus compañeros sobre el escenario quienes, además, juegan un papel clave en el sonido final del combo. Desde los primeros acordes de Spark, tema que abrió el concierto y que da nombre a su último trabajo, la dupla formada por Simon Phillips y Jimmy Johnson, dos ilustres veteranos de la escena del rock y el jazz fusión, se encarga de elevar la sonoridad del discurso del trío, acentuando su lado más potente y consiguiendo, de alguna forma, una versión revisitada del sonido jazz rock de muchas bandas de los años setenta.
En definitiva, un inmejorable comienzo para un festival que hasta el 30 de noviembre contará con la presencia sobre los escenarios de artistas de la talla de Stanley Clark, Gregory Porter, Christian Scott o Javier Colina, además de actividades paralelas como conferencias, cine o exposiciones.
Más información en: www.festivaldejazzmadrid.com
