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No corren buenos tiempos para Raúl González Blanco. Al que fuera jugador del Real Madrid le han dictado una orden de embargo por 9,3 millones de euros de la empresa Europa Scar Sport SL, propiedad del exfutbolista y administrada por su madre, María Luisa Blanco, que le reclama Aurantia 2003 SL por una inversión fallida en energías renovables y fotovoltaica en 2008. El futbolista asegura estar "tranquilo" pese a que una juez ha ordenado el embargo de 7,2 millones (7.174.361,08) de euros más otros 2,1 (2.152.000) en concepto de intereses y costas, tras ratificar el fallo del mismo juzgado de febrero de este año.
“Estoy tranquilo. Es un tema que llevan mis abogados”, confesó el exjugador al programa El Larguero de la Cadena Ser aunque no quiso hacer más declaraciones sobre el tema.
Los hechos se remontan a 2008 cuando Raúl se asoció con la empresa Aurantia para adquirir un 20 por ciento del capital de Cadmos Energías Renovables y montar una fábrica de paneles solares en Cádiz. Cadmos solicitó en 2009 un crédito de 35 millones al banco Crédit Suisse que todos los socios se comprometieron a devolver, pero el proyecto por la sociedad usada para lanzar la fábrica fue un fracaso y la Junta de Andalucía exigió la devolución de las subvenciones, y la entidad financiera la del préstamo.
La defensa de Raúl ha presentado un recurso contra la ejecución del embargo al informar de que la empresa del exjugador del Real Madrid se acogió a Concurso de Acreedores el pasado 13 de junio de 2016 y por tanto está protegida. La juez, por su parte, expone que ha decidido ordenar el embargo tras haber dado la razón hace unos meses a la sociedad Aurantia.
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