Exclusiva: Algo prestado y algo azul con mucho valor familiar para Irene Rosales

La mujer de Kiko Rivera siguió todas las tradiciones de las novias y guardó la sorpresa de su vestido hasta el final

Por hola.com

Ni su familia ni sus amigos habían visto el vestido de la novia y es que Irene Rosales no sólo quería sorprender a Kiko Rivera en el altar, sino también a sus invitados. Cuidó todos los detalles y siguió la tradición de todas las novias a pies juntillas. Algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul, objetos que tenían mucho significado para ella. “No quiero que mi madre ni mis hermanos me vean antes dela boda. Quiero que sea una sorpresa también para ellos. Por eso me ayudan mis primas a vestirme, son de mi edad, nos hemos criado juntas y me conocen a la perfección” comentaba.

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Como prestado y antiguo llevaba “un pañuelo para secarse las lágrimas de mi abuela”. Y lo utilizó no en una sino en varias ocasiones como cuando escuchó a Kiko pronunciar sus votos cantados, con la letra del tema Vive la vida conmigo de Río Roma, versionado especialmente para la ocasión; y al escuchar las emotivas palabras, llenas de significado y cariño, de Isa Pantoja, su cuñada. “Era imposible contenerse” comentó Kiko luego.

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Los pendientes fueron un regalo de la madre de Irene, Teresa Vázquez, con forma de flor y el algo azul se lo regaló Antonio Abad, encargado de hacer el bonito peinado con el que caminó al altar. Se trataba de un trocito del manto de la Virgen del Rocío, que Irene prendió en el interior de su vestido. Con todo listo, se convirtió en la mujer de Kiko Rivera.

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Durante la ceremonia hubo momentos muy emotivos e inolvidables en los que invitados y novios no pudieron contener las lágrimas, recuerdos que quedarán ya para siempre en la memoria. El recital que dio Isabel Pantoja, depués de años sin subir a un escenario, dedicado a los novios fue uno de ellos. La pareja está descansando y pasando tiempo con su hija Ana antes de hacer las maletas para disfrutar de su luna de miel.