A sus 24 años, Andrea Molina ha posado por primera vez ante los fotógrafos en un acto público. "Es todo nuevo, pero bueno bien, poco a poco. Estoy bastante liada y no soy muy de estas cosas. Mi madre me ha dado algún consejo, pero bueno, siempre hay una primera vez", explicó esta semana durante la inauguración de Serrano 47 Woman, una nueva tienda que ha abierto El Corte Inglés en la Milla de Oro de Madrid y que está dedicada en exclusiva a moda y accesorios para mujer.
Algo nerviosa pero sin dejar de sonreír, la hija de Lydia Bosch y Micky Molina se mostró de lo más natural y no tuvo reparos en hablar del momento tan especial que está viviendo. Andrea sueña con seguir los pasos de sus padres y hacerse un hueco como actriz, una profesión a la que por herencia parecía destinada. Hija, nieta, sobrina, prima de artistas... Tomó la decisión una vez aprobada la Selectividad, sin embargo, desde pequeñita tenía muy claro lo que quería ser. Por el momento, ella va poco a poco, caminando sobre seguro y preparándose a conciencia para luego poder recoger los frutos. "Estoy entre la carrera de actriz y mis estudios, y esperando a que me llegue la oportunidad, haciendo castings. He hecho algún corto y se me han caído algunos proyectos pero no pasa nada, todo llega cuando tiene que llegar", explicó.
"Te llevas disgustos porque al final son pruebas de mucho tiempo y vas superando cada vez otra y otra, y cuando parece que sí y se cae pues da un poco de rabia, pero yo creo que todo llega cuando tiene que llegar", confesó la primogénita de Lydia Bosch, que reconoció que sus apellidos no siempre la han ayudado: "Hay momentos en los que ayuda y hay momentos en los que no, como todo el mundo (...) Supongo que siempre creas más expectativas, pero yo creo que eso al final se demuestra y espero hacerlo".
¿Qué consejos le ha dado su madre? Ella responde sincera: "Que me prepare mucho para que cuando llegue el momento pueda demostrar, y que disfrute el camino, porque a veces aunque tengas ansia de llegar se aprenden muchas cosas y puedes disfrutarlo igual. Así que en eso estoy, preparándome, y centrándome en la universidad y en mis estudios interpretativos, y llegará cuando tenga que llegar, pero sé que llegará".
Y el verano, ¿cómo se presenta? "Hay por ahí alguna cosilla, pero este mundo ya sabemos cómo es, entonces depende de muchas cosas. Pero vamos a cruzar los dedos y que todo salga bien. Espero que pronto os pueda decir 'Estoy en esto'", concluyó.
Andrea, que sigue viviendo con su madre, no puede ocultar su felicidad en este momento personal tan dulce, y es que está feliz al lado de Juan Fernández, guitarrista de la banda Marlon, en la que precisamente canta Adrián Roma, novio de la actriz Ana Fernández. "Qué te voy a decir... Ya me han pillado y la verdad es que estoy muy bien, muy contenta, viviendo el presente y a ver qué pasa", dijo con una enorme sonrisa, además de asegurar que no canta bien y que no cree que, al igual que hizo Ana, protagonice ningún videoclip del grupo.
- Quién es quién en Marlon, el grupo que ha enamorado a Ana Fernández y Andrea Molina
Las redes sociales se han convertido en testigo de su amor, y es habitual verles compartir románticas instantáneas en las que no dudan en gritar a los cuatro vientos lo felices que están. "Él, el más bonito del planeta y mi persona favorita del mundo eeeentero! 💛 #HoyTeEchoMásDeMenosQueDeMás #ComoLaTruchaAlTrucho", "Mi chico. #MeQuedéconElMejorDelMundo", o "En ese preciso momento comprendí que los ojos siempre, siempre pertenecen a la persona que los hace brillar. Gracias por hacer que los mios brillen", son algunos de los mensajes que Andrea la dedica a su chico.
También en Instagram es habitual verla presumiendo de familia y comparte fotos no sólo con su madre sino también con sus hermanos. De hecho, hace no mucho publicó este emotivo mensaje dedicado a Lydia: "Y de repente te topas con ciertas fotos y el corazón de te da un vuelco al recordar etapas pasadas, mirar hacia atrás y ver todo lo que ha llovido, los tsunamis a los que hemos sobrevivido y lo mucho que hemos aprendido... Gracias por haberme dado la mano siempre, por haberme enseñado que a veces se gana mucho más callando, cerrando los ojos, confiando y dejando pasar la tormenta. Por tu sabiduría constante, tu saber estar, y tus abrazos cuando había demasiado ruido alrededor y yo sólo buscaba el silencio... Gracias por haberme arrojado tu luz cuando todo se veía muy oscuro, por tu fuerza, tu paciencia y tus lágrimas (...) Gracias por pelear, protegerme y mimarme cual leona siempre... Gracias infinitas por haber echo de mi la mujercita que soy hoy en día y haberme enseñado la importancia del "dar sin esperar nada a cambio" (...) Gracias por tus payasadas y por sacar a la niña que llevas dentro con nosotros y que tanto nos divierte... (...) Te quiero, te pienso y te echo de menos 💕".
