Sara Carbonero está como loca por dar a luz. A la periodista deportiva su segundo embarazo se le está haciendo muy largo, como ya contó en las redes sociales. “Algunos me decís por aquí que se os está haciendo un poco largo mi embarazo... Imaginaos a mí”, bromeó. El parto de Sara, que no está programado, según explicó Iker Casillas, es inminente, sobre todo, teniendo en cuenta que el portero aterriza este lunes en Madrid tras pasar unos días en Schrun, Austria, concentrado con la Selección Española.
Sara ha aprovechado la ausencia de Iker para actualizar su blog en Elle. “Pensaba que la próxima vez que me pusiera a escribir por aquí sería para contaros que ya había llegado el nuevo miembro de la familia, pero como la cosa se está alargando, aprovecho para contaros cómo están siendo estos últimos días”, ha confesado. La periodista, que está a punto de enfrentarse a la “experiencia más apasionante” de su vida, ha compartido con todos sus seguidores su máxima preocupación: saber repartir el cariño entre sus dos hijos. A Sara le da miedo que Martín se sienta destronado, pero sabe que le está haciendo el mejor regalo del mundo, porque “no hay nada más grande que tener un hermano al que querrás incondicionalmente toda tu vida y protegerás por encima de todo”.
Por otro lado, “el momento del parto” también suscita incertidumbre en ella. “Supongo que estaré más tranquila al haber pasado previamente por la experiencia, pero puede que cuando llegue el momento me vuelva a temblar todo como me pasó cuando nació Martín”, ha escrito.
Mientras rondan por su cabeza todas estas dudas y miedos, Sara ya tiene todo listo en casa para dar la bienvenida al bebé, del que sigue sin confirmar su nombre. “En esta ocasión he necesitado muchas menos cosas. Varias las tengo de Martín y otras cuantas sé que no las necesito porque no me sirvieron para nada en su día”, ha explicado.
Su última duda es…. “Cuando llegue a casa con el bebé... ¿será verdad que de repente Martín me parecerá enorme?”. Sara tiene claro que no quiere que su hijo deje de ser un niño de dos años por haberse convertido en hermano mayor. “No debemos hacerle mayor antes de tiempo”, ha revelado. Y también nos ha contado que ahora, además de adorar a los elefantes, a Martín, le empiezan a gustar las motos.
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Este verano será muy especial para el matrimonio. Tras un año viviendo en Oporto, han regresado a Madrid para dar la bienvenida a su segundo hijo, y ya tienen todo preparado en su casa de La Finca para la llegada del pequeño. Iker ha confesado que su vida dio un giro de 180 grados el día que conoció a Sara, ya que la periodista deportiva le ha dado "mucha estabilidad y una preciosa familia". Cuando finalice el verano, los cuatro pondrán rumbo de nuevo a Oporto, ciudad en la que sienten muy felices. "No me voy a Miami. Me quedó aquí hasta 2018, estoy a gusto y cerca de casa”, dijo.
