Es un espacio que siempre depara alguna que otra sorpresa al espectador. Trucos de magia, experimentos científicos espectaculares y premios. Hay una sección en El Hormiguero, se llama Trueque a ciegas, que reta a un participante a escoger entre dos opciones, dos regalos que no se sabe qué son. Un riesgo que le puede salir bien o mal. En el último programa el aventurero concursante sin embargo, no se llevó uno sino dos premios y lo que es más, logró sorprender al invitado, que esa noche era el chef Alberto Chicote. Tres logros por el precio de uno.
Fernando, así se llamaba el arriesgado concursante, se enfrentaba sus opciones con un as en la manga. “Hay una pieza que es la más importante en mi vida” comenzó, refiriéndose al juego de puzles que había en el programa. Nervioso y con una “chuleta” para no olvidar lo que tenía que decir, continuó: “Una pieza que encaja perfectamente en mi vida. Hablo de mi chica María Fernanda”. Ella se unió a él frente a las cámaras y llegó el momento más especial de la noche.
“Eres la mujer más maravillosa que he conocido en mi vida, contigo el tiempo vuela. Me haces el hombre más feliz de este mundo. Quiero pedirte una cosa: ¿te quieres casar conmigo?” preguntó, de rodillas, mientras su novia se limpiaba las lágrimas de emoción. La respuesta claro fue que “sí”, todo ante la atenta mirada del público y de los presentadores que alababan la valentía de Fernando. Pero aún faltaba algo no menos importante: ¿qué regalo elegiría? ¿Estaría la suerte de su lado?
Parece que su novia fue un amuleto, ya que al destapar el panel elegido apareció ¡un coche! Mientras la pareja se abrazaba entraba el vehículo en plató, un estupendo regalo de boda anticipado ¿no?
