La fauna (literalmente) que más mola de Instagram

Por Sira Acosta

Ni son ni it-girls, ni actores, ni cantantes, ni deportistas mundialmente conocidos... Tampoco son maestros en el arte del selfie y -hasta que se demuestre lo contrario- desconocen el manejo de un smartphone. No leen los decálogos sobre cómo ser el instagramer de moda, no son expertos en aplicaciones de edición fotográfica y no parecen vivir obsesionados por su número de seguidores. Sin embargo, ellos son la fauna que más mola de Instagram, la red social que ya sobrepasa los 400 millones de usuarios.

Pistacho, Neville o Harry, ellos son algunos de los ‘celebpets’ con más tirón

Un conejo triunfa en la red con sus vistosas orejas

Un elefante se hace su propio 'selfie'

Una foto publicada por @rafaelmantesso el

El caso de Jimmy, un bull terrier, es único, pues solo alguien con su perruna fotogenia podía pasar de Instagram a ser un objeto de deseo para las más fashionistas. Sus inconfundibles imágenes, aderezadas con las ilustraciones de su dueño - el artista brasileño Rafael Mantesso- conquistaron a la directora creativa de Jimmy Choo, Sandra Choi, y así es como este perro terminó protagonizando una colección capsula de bolsos.

Tis the season for this. #lilbub

Una foto publicada por Lil BUB (@iamlilbub) el

Que Internet está lleno de gatitos ya lo sabemos, lo que sorprende es que Lil Bub tenga más seguidores que Cristina Pedroche. Algo que ha resultado de lo más rentable, pues tiene un peluche a su imagen y semejanza, calcetines, calendarios y demás merchandising. ¡Ah! Y unos cuantos la han elegido para tatuarse la piel.

. Philo: Clic, clic, le voilà ! Pompon: Ben, il est où ? • Cameras by @fannyandalexander

Una foto publicada por philo & pompon (@philo_pompon) el

Philo y Pompon son la pareja perfecta para sus casi ochenta mil seguidores. Si un Shiba Inu (perro originario de Japón) resulta un “peluche” de lo más adorable por sí solo, teniendo en cuenta que su compañero de aventuras es una “muñeca” de carne y hueso, el éxito está asegurado. Con el ingrediente extra de que muchas de sus fotos tienen al siempre romántico París como escenario.

I made it to Canada with @hunter_lawrence and @sarah_michelle_lawrence! 🇨🇦🇨🇦🇨🇦 photo by @hunter_lawrence

Una foto publicada por Aspen the Mountain Pup (@aspenthemountainpup) el

Aspen "el cachorro de la montaña" es su nombre artístico, aunque este Golden Retriever dejó de ser un bebé hace tres años. Vive en Colorado, Estados Unidos, y es un auténtico aventurero que exprime al máximo sus excursiones a la montaña. Bien sea sobre un trineo o en una canoa, Aspen es irresistible.

Kick your feet up and relax a little! #biddythehedgehog #fbf #paintedhills 🐭

Una foto publicada por Biddy (@biddythehedgehog) el

Para todos aquellos que se han ganado uno a uno a sus seguidores y se lamentan por la pérdida de uno solo de ellos, sabrán que rebasar el medio millón de followers está al nivel de celebrity nacional. Este es el caso de Biddy un erizo que a pesar de fallecer en el 2015 sigue con su cuenta abierta a modo de homenaje.

Butler y Paddington -además de romper con el mito de “llevarse como el perro y el gato”- van un paso más allá y lejos de conformarse con las fotografías llevan su arte al vídeo… Desde Australia, y en tan solo quince segundos, cuentan divertidas historias en las que ellos son los protagonistas.

Rage, rage against the dying of the light.

Una foto publicada por Breakin' Hearts Since 2012 (@loki_the_wolfdog) el

Casi un millón de seguidores tiene Loki –y no es el dios de la mitología nórdica que le hace la vida imposible a Chris Hemsworth- es un perro lobo (mezcla de Husky, Alaska Malamute y Lobo Artico) que literalmente “desde 2012 está rompiendo corazones” desde Utah. Esta raza tan peculiar requiere una gran cantidad de sociabilidad y ejercicio, así que fue adoptado por el dueño perfecto, Kelly Lund, un monitor de actividades al aire libre.

Look behind you girls, the view is far more appealing.

Una foto publicada por nicky baker (@therunningshepherdess) el

En principio doce mil seguidores no parecen demasiados, pero no para un rebaño de ovejas que vive en la remota isla de Purbeck, en Inglaterra. Eso sí, con un pastor buen ojo para la fotografía, unas modelos de lo más pacientes y un paisaje que ayuda a soñar… ¡contando ovejitas!