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“¡Ha sido espectacular, agotador, increíble. Una experiencia inolvidable!”, así contaba Guillermo de Dueñas a HOLA.com sus sensaciones tras cruzar la meta del Rallye Monte-Carlo Historique en la madrugada del pasado miércoles.
Tras recorrer cerca de 3.000 kilómetros en cuatro días, con 14 tramos cronometrados (12 de día y dos de noche) han logrado quedar en el puesto número 52, de los 314 coches que estaban inscritos en la carrera. Un gran resultado que Guillermo no se esperaba antes de partir hacía Mónaco, ya que era la primera vez que hacía esta prueba de este tipo como piloto. Pero día a día y tramo a tramo ha ido demostrado su habilidad al volante y su Lancia Beta Montecarlo de 1973 ha respondido estupendamente. De los 14 coches españoles que corrían, Guillermo y su copiloto, Tito Fernández, han quedado en tercera posición.
Los dos tramos finales han vuelto a ser los definitivos en esta 19ª edición del rally. Una última y frenética noche en la que hicieron un total de 178 kilómetros, que comenzaban con un primer tramo complicado, de casi 53 kilómetros por el mítico col del Turini, en el que nuestros pilotos, que corren con el apoyo de ¡HOLA!, a favor de la Fundación Gomaespuma, no cometieron ningún fallo y consiguieron remontar varios puestos. Un tramo en el que hubieron varios accidentes a causa de la niebla, aunque por suerte ningún participante resultó herido.
El segundo tramo no iba a ser más fácil. Fue de 47,22 kilómetros por Lantosque y el col de Saint-Roch. “Fue un auténtico infierno. Era una carretera estrecha, rugosa, deslizante, bacheada y para colmo con niebla”, nos decía Guillermo. Pero a pesar de la dificultad del tramo y de la poca visibilidad, lograron cruzar la línea de meta sin problemas, consiguiendo quedar en el puesto 52 de la clasificación general.
Anoche todos los pilotos, ya con todo listo para regresar a casa, celebraron el final de esta histórica prueba, con una cena de gala celebrada en el Sporting Club de Montecarlo y con la vista puesta en la siguiente edición de la carrera. Todavía la adrenalina a flor de piel, Guillermo nos confesaba que tiene claro que volverá a embarcarse en esta aventura: “El año próximo espero repetir, a ver si podemos hacer alguno de estos tramos con nieve”.
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